¿Se acabará con las "bandas latinas" solo con medidas policiales puntuales?

bandas-latinas-trinitario-ddp-corredor-del-henares-coslada-alcala-torrejon-mejorada-azuqueca-torrejon-san-fernando [640x480]
Armas decomisadas a las bandas en Madrid. / Policía Nacional.
Los especialistas entienden que sólo con medidas policiales, paliativas y coyunturales, las "bandas latinas" no serán controladas.
¿Se acabará con las "bandas latinas" solo con medidas policiales puntuales?

Hace algunos años, cuando mi hijo mayor era un niño, tuve que poner en alerta a la Policía Local de Vigo, cuando me contó que en el parque público de “El Berbés”, en el centro de la ciudad, unos niños de origen sudamericano exigían a los otros un euro por dejarles jugar en aquellas instalaciones. Noticias parecidas y más graves se han producido en parques de toda España de manera continuada, siempre con el mismo argumento. Es un fenómeno sociológico y cultural. Está en la esencia de las bandas. Si tienes fuerza y masa, te impones a los otros.Ocupar un territorio es un elemento característico, aunque no exclusivo, de las llamadas “bandas latinas” y de otra con presencia en las zonas periurbanas de las grandes ciudades españolas. Y hablar de un problema no es racismo ni xenofobia, es hablar de un problema.

Los casos que ahora estremecen a España por los crímenes cometidos en Madrid y en otros lugares es el resultado de un fracaso de integración y prevención de un fenómeno que tiene en sí mismo una componente cultural innegable y otra serie de cuestiones psicológicas, familiares y sociales. ¿Existe y cuál es la respuesta? Porque el fenómeno ya no se limita a la ocupación de un espacio público, sino a la circulación por todos los espacios públicos de bandas juveniles armadas para la guerra y su propia actuación, como aquí ha sucedido, en el mismo centro de España, en la puerta del Sol de Madrid.

Parece que ahora va a haber una respuesta policial coyuntural en orden a desarmar a estas bandas, ¿pero eso es suficiente? ¿Acaso no pueden volver a armarse con la misma facilidad y propósito? En primer lugar, habrá de disponerse la medida que impida que un menor pueda adquirir por 25 euros un machete o cualquier otro objeto semejante en una ferretería. Y junto a las medidas policiales, son precisas otras de carácter preventivo. Con las reformas que el Gobierno de progreso del doctor Sánchez introduce en la llamada “Ley Mordaza”, la identificación previa y el registro personal de los individuos sospechosos de portar este tipo de armas puede ser ilegal. De modo, que ni los vigilantes del metro ni menos la policía, podrían cachear a un sospechoso ante indicios de que pueda ir armado. Pueden ser acusados de xenofobia o racismo. Una de las características del fenómeno actual es que ha crecido en total impunidad con el resultado conocido. No cabe duda de que la policía a va a retirar ahora muchas de estas armas, pero insisto, ¿y luego qué?

Bandas subvencionadas como asociaciones culturales

El Ministerio del Interior ha constatado que ahora en las llamadas “bandas latinas” (alguna de las cuales llegó a ser considerada en Cataluña y subvencionada como asociación cultural) se caracterizan por su rígido sistema jerárquico, el cada vez más alarmante reclutamiento de menores de 12 años, la incorporación de españoles de origen, la progresiva deriva hacia otros ámbitos del delito, desde los robos con violencia, el narcotráfico, la ocupación de viviendas y la prostitución de menores. Y salvo excepciones a admitir a jóvenes de otras procedencias, las bandas de origen magrebí, comparten gran parte de este planteamiento. No obstante, pese a lo que tienen en común, no todas las bandas son homogéneas. Y si faltaba algo, ya han entrado en España las “maras”, de mucha mayor gravedad como lamentablemente se conocen en los países de Sudamérica, de dónde proceden, especialmente de Honduras.

bandas [640x480]
Protestas contra las bandas latinas. / Mundiario

Los analistas que, con mayor solvencia, como destacan algunos jueces, señala que uno de los elementos que distorsiona la lucha eficaz contra estos fenómenos es la Ley del Menor, concebida y desarrollada cuando este fenómeno no había alcanzado el nivel que padecemos ni se imaginaba la gravedad y persistencia de graves conductas criminales en menores de edad. La experiencia y el testimonio de los pocos que han sido capaces de salirse a tiempos de estas bandas es escalofriante. Algunos optimistas entienden que, pese a la gravedad del caso en España, a estas bandas les falta alcanzar un elemento fundamental que consagra su permanencia, como ocurre en sus países de origen, el control de un territorio, donde dominen a la población que las soporta. Pero es que ese fenómeno ya se está produciendo en periferia de Madrid o incluso en el centro de la ciudad y de otras ciudades, donde se controlan parques y espacios públicos con tal dominio, que hasta los usan como depósitos de sus armas.

Además de una acción policial continuada y eficiente, la Policía precisar disponer de elementos que la hagan posible. Y las leyes del Menor y de Extranjería no puede obviar la realidad. La facilidad con que se otorga la nacionalidad española es un hecho que ha sido denunciado repetidamente y con ello la necesidad de expulsar del país, al alcanzar la mayoría de edad a alguno de estos contumaces delincuentes, como se ha hecho en algunos casos, además de la retirada de dicha nacionalidad que no merecen. Pero aparte de todo esto, si una eficiente labor preventiva y educadora, donde deben implicarse los servicios sociales y el Estado, como ya lo hacen con discreto éxito algunas instituciones de raíz cristiana, las medidas policiales van a ser meramente paliativas. Algunas personas, aunque alarmadas por lo que vivimos, se consuelan diciendo que mientras “se maten entre ellos da lo mismo”. Y no da lo mismo porque nadie puede estar libre de su alcance. Y, sobre todo, es preciso que se tomen las medidas necesarias para el rastreo de los usos que estas bandas hacen de las redes sociales para su funcionamiento y expansión.

Y esto no es racismo ni xenofobia. Es hablar de un problema. @mundiario

Comentarios