86 aniversario de la II República en España

Bandera de la República española.
Bandera de la República española.

Recuérdalo tú y recuérdalo a otros (Cernuda): La República la trajo el pueblo en medio de una grande y pacífica fiesta; la secuestraron los enemigos del pueblo que aún hoy no han pedido perdón.

86 aniversario de la II República en España

El 14 de abril de 1931 se proclamó la II República Española, y el 1 de abril de 1939 se certificó su muerte a manos de los militares sediciosos sublevados contra ella. 

Al conmemorarse hoy el 86 aniversario de esa segunda y fugaz aparición de la República, es mi propósito  evocar con añoranza la grandiosa obra de su corta gobernanza, y la saña con la que fueron perseguidos los hombres que la construyeron. El silencio temeroso que rodea su estudio fuera de los ámbitos académicos, la hace desconocida, olvidada y denostada, en una visión paranoide de la historia.

Recuérdalo tú y recuérdalo a otros (Cernuda): La República la trajo el pueblo en medio de una grande y pacífica fiesta; la secuestraron los enemigos del pueblo que aún hoy no han pedido perdón.

Descorazona contemplar la España de 2017, sabiendo que es injusta.

Echo de menos el esfuerzo republicano para construir una sociedad de ciudadanos libres e iguales, con capacidad crítica para superar el dogma y la superchería de una iglesia retrógrada y beligerante.

Quiero que los medios públicos de comunicación, pagados con los impuestos, estén al servicio de todos y no del poder y de los poderosos.

No quiero vivir con miedo bajo la amenaza de leyes mordaza que persiguen y castigan a quienes piensan y opinan distinto.

Quiero que se devuelva a la función pública su condición de decencia y dignidad.

No entiendo que esta sociedad padezca aún la terrible enfermedad del franquismo, al que se venera y exalta, mientras se proscribe la enseña tricolor.

Quiero para mi país, porque es posible, una democracia por y para todos; elegir y ser elegido para cualquier cargo público sin excepción y sin mandato imperativo.

No es comprensible la existencia de tribunales de excepción heredados del franquismo, ni dejar en manos militares las garantías constitucionales.

La República debe sustituir a una monarquía impuesta por el dictador que carece de legitimidad de origen y de ejercicio. De origen, pues el Congreso de los Diputados acusó de alta traición a Alfonso XIII, dictando  sentencia condenatoria el 26 de noviembre de 1931, prohibiendo a él y a sus sucesores la entrada en el país. Y de ejercicio, por la indecente conducta de Juan Carlos I.

Por eso y mucho más soy y seré republicano.

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