Las 5 conclusiones que deja la audiencia de Jeff Sessions en el Senado

Jeff Sessions. / RRSS
Jeff Sessions. / RRSS

El fiscal general de Estados Unidos sorprendió a Washington al negar los rumores de una reunión privada con el embajador de Rusia, y montar una defensa para el presidente Trump.

Las 5 conclusiones que deja la audiencia de Jeff Sessions en el Senado

1. El fiscal cerró la puerta a Kislyak, pero después la volvió a abrir

 

Sessions tenía un objetivo principal: protegerse después de que Comey lo empujara hacia el centro del remolino ruso. Y pareció hacerlo de manera efectiva en una declaración de apertura fuerte, donde cerró de golpe la puerta incluso a la posibilidad de que tuvo una tercera reunión con el embajador de Rusia Serguéi Kislyak.

"No tuve reuniones privadas, ni recuerdo ninguna conversación con ningún funcionario ruso en el Mayflower Hotel. No asistí a ninguna reunión en ese evento por separado", dijo Sessions. Pero en la ronda de seguimiento, Sessions lentamente abrió de nuevo esa puerta, cada vez protegiendo más sus respuestas.

2. Sessions no tuvo conocimiento de los hackeos rusos al partido demócrata

 

Sessions nunca fue informado sobre la piratería rusa sobre uno de los principales partidos políticos, o cualquier otro esfuerzo de Rusia para meterse con las elecciones, pasado y futuro. ¿Por qué? Porque él personalmente se recusó de todas las cosas relacionadas con los lazos de la campaña de Trump con Rusia el día después de jurar el cargo. Lo que Sessions no explicó fue por qué esperó un mes para decirle al público que se había apartado de las pesquisas.

Comey declaró la semana pasada que a partir del 14 de febrero todavía creía que Sessions no se había recusado a sí mismo, pero que casi seguro que lo haría. De hecho, según el fiscal, se había recusado dos semanas antes. Además, no está 100% seguro de que Rusia se haya inmiscuido en las elecciones.

3. Sessions se esforzó por proteger a Trump y a él mismo

 

No está claro si el fiscal pretende pagar un favor a Trump después de que su relación se estremeció por las preocupaciones del presidente de que Sessions le puso en evidencia al alejarse de la investigación sobre Rusia, pero hizo un buen trabajo defendiendo a la Casa Blanca de todos modos.

Sessions es ahora mismo el único cargo oficial en el registro y bajo juramento, contrariando el testimonio de Comey de la semana pasada. En particular, Sessions contrarió el relato de Comey de la reunión del 14 de febrero que Comey tuvo con Trump, donde Trump le pidió que dejara de investigar al ex asesor de seguridad nacional Michael Flynn.

4. Los republicanos del Senado se alinearon más con Trump para esta audiencia

 

Cuando Comey testificó, no había nadie que llevara agua para la Casa Blanca en la investigación del Senado sobre Rusia, aunque la mitad del panel está formada por republicanos del Senado. Pero eso cambió el martes, con una variedad de republicanos llegando a auxiliar a Sessions.

Podría ser porque no les gustaba ver a uno de sus antiguos colegas, pues Sessions estuvo en el Senado durante 20 años, bajo el resplandor de los focos nacionales. El senador Tom Cotton, un republicano de Arkansas que con frecuencia apoyó a Trump y trabajó con Sessions cuando estaba en el Senado, le ofreció una mano, pintando un cómico retrato de un supuesto esquema de espionaje.

5. Los investigadores del Senado aún no han terminado con Sessions

 

Los investigadores dejaron en claro en su discurso de apertura que ya estaban planeando llevar a Sessions para ser interrogado de nuevo a finales de este año, mucho antes de que el propio fiscal se ofreciese a comparecer ante ellos. Y los legisladores a lo largo de la audiencia presionaron a Sessions para proporcionar correos electrónicos y otros documentos relacionados.

Lo que no está claro es si Trump se verá obligado a invocar el privilegio ejecutivo para impedir que Sessions vuelva a testificar, o para entregar los documentos que los senadores pidieron el martes.

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