4 razones por las que Estados Unidos no debería sacar a Bachar El Asad por la fuerza
Trump ha usado la fuerza en Siria, contradiciendo su propia política exterior. En 24 horas, pasó de recriminar al régimen de Asad, a lanzar misiles contra blancos militares.
A pesar de que la acción militar de la administración Trump fue limitada, sí ha sido capaz de ilustrar los planes para remover al presidente sirio Bachar El Asad. "Parecería que realmente no hay ningún papel para él en el gobierno del pueblo sirio", dijo el secretario de Estado estadounidense Rex Tillerson el 6 de abril.
La inacción estadounidense en los seis años transcurridos desde que iniciara el conflicto en Siria ha sido sin duda evidente, pero los expertos aseguran que eliminar a El Asad por la fuerza sería un error. Aquí hay cuatro razones que apoyan este argumento.
1. Se establecería un vacío de poder muy peligroso
En la guerra la eliminación del rey no es el fin, sino sólo otro comienzo. La idea de que Siria sigue existiendo como se ve en el mapa es una fantasía. Parte de su territorio está en manos del gobierno, parte es del Estado Islámico, y parte de ella está en manos rebeldes. No regresará a su estado natural si la lucha termina repentinamente mañana. Las tensiones entre los grupos rebeldes y entre las fuerzas anti-IS sólo aumentarán con un combatiente retirado del campo.
2. ¿Qué llenará el vacío?
Los fundamentos de la doctrina estratégica enfatizan que la acción militar nunca debe ser tomada sin un objetivo claro para un estado final deseado. De todas las acciones posibles que podrían tomar los Estados Unidos, el cambio de régimen es el más simple, pero no califica como un estado final. De hecho, abriría un ambiente más caótico y violento que sería difícil de contener incluso por varios países que trabajan juntos militarmente.
3. La soluciones impuestas desde fuera no funcionan
En el mundo de las relaciones internacionales se ha demostrado repetidamente que las soluciones a problemas complicados no pueden ser impuestas desde el exterior. No serán sostenibles, y a menudo hacen daño. Las soluciones deben provenir de la propia sociedad civil de un país. De lo contrario, el resultado es socavar la legitimidad de los mismos sistemas de política y justicia, que son necesarios para mantener una situación estable en el largo plazo.
4. Nada valdría más que otra larga campaña militar
La infraestructura a través de la cual Asad monta sus ofensivas no puede ser destruida de manera decisiva por nada limitado y rápido. Sus recursos son demasiado dispersos y numerosos. A menos que Estados Unidos esté dispuesto a comprometerse en una campaña sostenida y sustancial los ataques a las bases aéreas sirias no han tenido ningún objeto más que amedrentar a un régimen que no parece muy asustado que digamos.
Al mismo tiempo, también es cierto que incluso una campaña militar sostenida y sustancial no traería paz y seguridad, y pondría a las tropas estadounidenses en un campo de batalla que es esencialmente un gran fuego cruzado.
