Las 3 conclusiones de la primera ronda de las elecciones parlamentarias francesas
En Marche está en camino de ganar una asombrosa mayoría para la segunda ronda que se llevará a cabo el 18 de junio.
1. Poco entusiasmo del electorado
Las elecciones tuvieron la menor participación en la historia de las instituciones francesas modernas, cuando menos de la mitad de los votantes registrados se molestaron en ir a las urnas. Eso sirvió como recordatorio de que, como algunos de sus adversarios han señalado, el propio Macron no fue elegido en una ola de entusiasmo desenfrenado, sino que fue en su mayoría sólo el candidato presidencial que pudo vencer a la extrema derecha Marine Le Pen.
2. Un funeral bipartidista
La elección confirma que los rumores sobre la muerte de los dos grandes partidos políticos de Francia no fueron exagerados. El Partido Socialista, que obtuvo la mayoría absoluta en la Asamblea Nacional durante los últimos cinco años, fue derrotado como se esperaba, aunque con alrededor del 10 por ciento de los votos.
La situación es aritméticamente mejor para los republicanos, que tendrán alrededor de cinco veces más diputados que los socialistas. Pero el partido conservador se encamina hacia una división entre las alas de derecha y de centro-derecha, con esta última abiertamente tentada a realizar una alianza con Macron.
3. El inicio del fin para el Frente
Sea cual sea el impulso que llevó a Marine Le Pen a la ronda final de una elección presidencial en mayo, ahora ha perdido fuerza. Su Frente Nacional de extrema derecha, anti-UE, emerge gravemente herido de una noche que vio caer el apoyo por más de 4 millones de votos en comparación con la segunda vuelta presidencial.
Le Pen pretendía ganar suficientes escaños para formar un "grupo" parlamentario que otorgaría al partido fuerza y recompensas financieras. Incluso ese premio de consolación ahora se ve distante, con algunas proyecciones que sugieren que el Frente podría quedar por debajo del umbral de 15 plazas.
