Las 3 conclusiones sobre el debate televisado entre May y Corbyn

1. Nada claro sobre el Brexit

Es el tema por el que hay precisamente elecciones, pero del cual la audiencia no aprendió casi nada. Corbyn dará prioridad a un acuerdo comercial por encima de todas las cosas, mientras que May se marchará sin un trato si no es lo suficientemente bueno. Lo que cualquiera de estas afirmaciones realmente significan el pueblo británico no lo sabe con certeza. 

¿Cómo obtendría el laborismo este acuerdo comercial mágico que protege todo lo que Gran Bretaña tiene ahora sin los compromisos? ¿Cómo sería para la primera ministra dejar la UE sin un trato, sin nada regulado? Nadie lo sabe. 

2. Corbyn rompió con el estereotipo 

Corbyn debía ser un líder de accidente automovilístico, totalmente inadecuado para llevar a un partido político importante a una elección general, demasiado extremo, demasiado desaliñado, demasiado viejo. Ese puede ser el caso, pero está superando todas las expectativas hasta ahora.

Corbyn, en contraste con May, se mostró simpático, humano, incluso divertido. No estaba a la defensiva, pero se defendía cuando lo necesitaba, un equilibrio difícil que le hacía parecer genuino y confiado.

3. May debe representar mucho más que austeridad

En cuestiones de fondo, aparte de Brexit, la primera ministra no fue impresionante, abriéndose paso a través de respuestas sobre el "impuesto sobre la demencia", la financiación de la escuela y los recortes de la policía. No fue desastrosa tampoco, pero la suya no fue la actuación de un político de primer orden.

En su esencia, sin embargo, May estaba luchando para explicar las decisiones que el gobierno considera que tiene que hacer para reducir el déficit. Después de seis años en el poder, David Cameron y George Osborne se llevaron la mayor parte de los recortes de bienestar. Ahora el margen de maniobra de May es limitado. Lo que corte le va a dar un problema.