El 25-M no elegimos entre dos partidos, sino entre dos sistemas socioeconómicos

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Parlamento Europeo. / P.E.

Este domingo toca elegir entre el sistema capitalista neoliberal, apoyado por el pacto alemán de populares y socialdemócratas; o el sistema intervencionista social que propone la izquierda europea.

El 25-M no elegimos entre dos partidos, sino entre dos sistemas socioeconómicos

Este domingo toca elegir entre el sistema capitalista neoliberal, apoyado por el pacto alemán de populares y socialdemócratas; o el sistema intervencionista social que propone la izquierda europea.

 

Esa es la gran realidad. La verdadera batalla europea. La de un sistema que ahora está más cuestionado que nunca, contra un nuevo y floreciente orden social y económico.

El primero, y que siendo realistas más posibilidades tiene de seguir ganando, es el sistema capitalista neoliberal, apoyado por los dos grandes partidos europeos. El sistema del libre mercado, del capital antes que las personas, y de los paraísos fiscales. El sistema que nos ha llevado hasta esta situación.

Políticamente, este sistema hoy día viene siendo mantenido por el gran pacto alemán. ¿Se repetirá este gran pacto en Europa? Posibilidades hay muchas... Pero ¿cómo entiende esto el votante? Es decir, ¿cómo entiende el votante socialdemócrata que un aliado de Merkel, como es Schulz, esté ahora proclamando ideas contrarias a las que defiende el pacto alemán? ¿Cuál de los dos lados del Socialismo Europeo es el verdadero, el que apoya a Merkel, o el que la critica? Esa indefinición ideológica que afecta hoy a los partidos socialdemócratas del continente, los está matando. Y no hay más que ver el ejemplo griego, donde el otrora dominante PASOK, acaricia hoy únicamente el 6% en intención de voto.

Y en España tres cuartos de lo mismo, muchos militantes socialistas se preguntan ¿qué apoyaría Pablo Iglesias (el fundador del PSOE), las políticas del pacto alemán, o las contrarias? A uno no le es difícil sorprenderse con la respuesta que automáticamente se viene a la cabeza. La cual lleva a otra pregunta: ¿y entonces, por qué ahora está el PSOE apoyando al pacto alemán? La gran pregunta y duda de la socialdemocracia actual, la de a cuento de que lleva años apoyando las políticas neoliberales, cuando de origen apoyaba el intervencionismo... Y esta pregunta, por el camino que va el PSOE, parece ser que aún va a llevar muchos años y derrotas electorales en responderse... Aunque este domingo quede delante del PP en porcentajes y en representantes, la realidad siguiendo la matemática de “una persona, un voto” es que sigue perdiendo muchísimo, pero muchísimo apoyo electoral.

Mención aparte merece el otro gran partido que apoya el pacto alemán, el Partido Popular Europeo, quien raya los límites del descaro político. Porque no se puede tener más descaro para decir que vas a luchar contra los paraísos fiscales, y a la vez poner de candidato a la presidencia de la Comisión Europea a Jean-Claude Juncker, el primer ministro luxemburgués que tuvo como mayor mérito el de convertir a su país en uno de los mayores paraísos fiscales del mundo. Ya no hay vergüenza a la hora de caer en contradicciones... La sociedad está tan curada de espanto que no les importa jugar el órdago a grande...

Y el Partido Popular español, pues haciendo gala al máximo de su más profunda gañanería... Poniendo de number one a una de sus mayores mentes inquietas en materia de manuales de como debe comportarse un ama de casa española... Una persona que si no es porque la ves de traje y corbata y con la barba bien recortada, te daría la sensación de que vive en un cobertizo, rodeado de paja, con cuatro gallinas, un pantalón atado a la cintura con una cuerda, y una boina. Es decir, el mayor exponente de la España profunda... la que le gusta al PP y la que le da tantos votos a costa de su ignorancia (en el fondo me dan pena, en muchos casos no es culpa de ellos el no haber tenido acceso al sistema educativo).

El otro de los dos grandes sistemas socioeconómicos que compiten en estas elecciones, es el sistema anti-austeridad, anticapitalista e intervencionista. Capitaneado por el líder de la oposición en Grecia, Alexis Tsipras, de Syriza. Y con toda la Izquierda europea (la verdadera izquierda) detrás... Y que llegado el momento también recibiría el apoyo del grupo europeo ecologista.

Floreciente en los últimos años, este movimiento pide la total sustitución del sistema, en pro de otro en el que los Estados, es decir, las personas, controlen en su totalidad los sistemas bancarios y financieros. Y que bajo ningún concepto se entreguen cheques en blanco a los bancos (¿alguien a día de hoy sigue pensando que los bancos devolverán el “préstamo” de los rescates?) mientras estos dejen a personas en la calle, sin casa. Y tampoco mientras los salarios de los grandes peces gordos del poder financieros sigan siendo tan elevados con sus empresas literalmente rozando la bancarrota.

Esta otra opción aboga por una Europa en la que lo primero sean las necesidades sociales de las personas. Lo cual conlleva una redistribución del capital y una reforma fiscal. Porque admitámoslo, dinero hay, no hay más que ver como viven algunos. El dinero siempre ha estado ahí. El problema ha sido su reparto, su desigual reparto. No hace falta crear más, sino repartirlo mejor. Y esa es la principal premisa de estos movimientos de izquierda radical. Esa y la de que todo ciudadano tenga las mismas oportunidades.

La abstención el domingo, que será muy alta, beneficia a los primeros. Porque reduce el mínimo que necesitan para conseguir más representación, según la caprichosa y anticuada Ley D'Hondt. El voto nulo, tres cuartos de lo mismo. Así que la única opción que tiene este “sistema alternativo” es realmente que la ciudadanía vote mayormente a las opciones electorales que defienden el sistema socioeconómico intervencionista, como es el caso en España de IU o Podemos. Si tiene dudas, en la red se pueden encontrar fácilmente diagramas y gráficos en los que se explica hacia que grupo del Parlamento Europeo o hacia que candidato a presidir la Comisión Europea irá el voto destinado a cada partido de este país.

Resumiendo: este domingo el ciudadano europeo tiene la posibilidad de elegir entre dos modos de vida, que al fin y al cabo es lo que es un sistema socioeconómico, un modo de vida. Contemplar las elecciones europeas como una batalla “partidista” es una visión que no se corresponde con la realidad. No se engañen. Aquí se unen unos y otros según la economía que en la práctica han defendido y defienden. Ya que desgraciadamente, en este punto de la historia, la economía y el poder financiero ha absorvido lo que antaño eran las ideologías. En este presente, la lucha de clases está en lo económico, en el sistema social y financiero. El próximo domingo, usted decide cómo quiere vivir. Yo lo tengo claro.

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