24-M: La pérdida de las mayorías absolutas o el 'pacto entre caballeros'

En 81% de los ayuntamientos hubo un gobierno mayoritario en las elecciones municipales del 2011. Ahora todo indica que se pasará del rodillo al pincel fino.

“Pacto entre caballeros” es una de las canciones más conocidas de Joaquín Sabina. Está incluída en el quinto disco, “Hotel, dulce hotel”, publicado en 1987. Cuenta la historia de tres rateros que atracaron al cantante una noche y que, al darse cuenta, le pidieron perdón y lo invitaron a toda una noche de juerga. El propio autor ha aclarado que la letra del tema es una mezcla de dos historias parecidas que sufrió en una misma semana y que solo una parte de la canción cuenta realmente lo que le pasó. El caso es que la canción se ha convertido, con el poso de los años y alimentado por la mística y la leyenda, en uno de los clásicos de Sabina.

Se desconoce si la noche del 24-M habrá algún atraco aprovechando la euforia o la tristeza electoral, pero lo que está garantizado es que los partidos tendrán que afanarse en la negociación de pactos de gobierno.

Del rodillo al pincel fino

Si hay algo seguro en las elecciones del domingo es que las mayorías absolutas van a ser muy difíciles de conseguir. Hasta ahora, ya sea por el sistema electoral o por la cultura política, España se parece más al Reino Unido que a Italia. A nivel estatal, autonómico y local nos decantamos más por la estabilidad que suponen ejecutivos de amplias mayorías que por la representatividad de las coaliciones. En las últimas municipales, por ejemplo, en el 81% de los ayuntamientos (6.536) se eligió un gobierno mayoritario. El PP consiguió más de la mitad de los votos en 3.317 alcaldías; el PSOE, en 1.860. Es decir, juntos gobiernan por mayoría absoluta en el 64% de los 8.084 ayuntamientos españoles. Entre los dos tienen 48.266 concejales, el 71% del total.

Mayorías absolutas y relativas en las elecciones municipales de 2011

                                                                                                                      Fuente: Ministerio del Interior

Populares y socialistas estaban, como los cacos de Sabina, protegidos por la luna, pero el 24-M va a ser el primer paso en una dirección: la fragmentación del sistema de partidos y el aumento de las coaliciones para formar gobiernos. En este nuevo escenario los políticos tendrán que acostumbrarse a la negociación, a las concesiones, a la colaboración… A partir del domingo en muchos ayuntamientos cambiarán el rodillo por el pincel fino. Un pincel que requerirá generosas dosis de responsabilidad, integración y lealtad para poder pintar una buena obra. De lo contrario, los pactos serán percibidos por los ciudadanos como una carrera entre los partidos para maximizar electoralmente su acción en el gobierno o como un reparto de poder en el que unos y otros compiten por fagocitar a su socio. El tripartito catalán y el bipartito gallego son ejemplos de ello. Las coaliciones no han tenido muy buena prensa en las últimas dos décadas. De hecho, en esta campaña hemos vuelto a escuchar con insistencia el discurso del Partido Popular del “orden frente al caos” y el lema “coalición de perdedores” para resaltar las diferencias de los coaligados… a pesar de que en la noche del 24-M se pongan como motos y se hagan unafoto de cabina en tres minutos.

Multipartidismo y consenso

Los populares van a seguir siendo la fuerza más votada en muchos ayuntamientos pero la pérdida de mayorías va a ser significativa. En Galicia, por ejemplo, el PP gobernó sin necesidad de socios en 188 concellos, el 60% del total. El domingo esa realidad se matizará en muchas localidades puesto que se verán abocados a pactar con terceras fuerzas para formar gobierno. A nivel nacional y autonómico, las encuestas pronostican que la irrupción de Podemos y Ciudadanos será determinante para constituir gobiernos. Sus chicos empezarán a pisar moqueta y, entonces, comprobarán que el cielo no se toma por asalto, sino por consenso, que es la clave del buen funcionamiento de las coaliciones.

Mayorías absolutas en Galicia en las elecciones municipales de 2011

                                                                                                                                       Fuente: Ministerio del Interior

La crisis y la corrupción han generado escenario inédito en España. Llega el multipartidismo y, con él, las coaliciones. Pero el 24-M no marcará ni el inicio de todas las soluciones ni el comienzo de todas las desgracias. Unos lo interpretarán como una llamada de atención a los dos partidos mayoritarios y una oportunidad para los partidos emergentes. Algunos dirán que pocas cosas han cambiado. Otros apreciarán en los resultados un síntoma de renovación democrática. En cualquier caso, si el domingo los ciudadanos aparcan las mayorías absolutas será para que los pactos sean serios, consistentes y responsables. Pactos entre caballeros. Si no, la policía esperará a la puerta…