El 10-N refuerza a quienes pretenden que Feijóo vuelva a presentarse en Galicia

Alberto Núñez Feijóo.
Alberto Núñez Feijóo.
Los populares vuelven a ser la fuerza más votada en el conjunto de Galicia, aunque empaten a escaños con el PSdeG - PSOE. Incrementan apoyos en todas las provincias, incluida Pontevedra. En el entorno de Feijóo reina la prudencia en lo que se refiere a la entrada en escena de Vox.
El 10-N refuerza a quienes pretenden que Feijóo vuelva a presentarse en Galicia

Con Feijóo de candidato conservamos la Xunta. Eso se dicen los principales dirigentes del PP gallego, Baltar incluido. Los resultados del 10-N no son para tirar cohetes, pero los "populares" ganaron las elecciones. Vuelven a ser la fuerza más votada en el conjunto de Galicia, aunque empaten a escaños con el PSOE. Incrementan apoyos en todas las provincias, incluida Pontevedra, convertida por Abel Caballero y los suyos en el último bastión de los socialistas en un territorio tradicionalmente hostil. A diferencia de abril, esta vez la maquinaria, debidamente engrasada, funcionó a pleno rendimiento y supieron aprovechar el espectacular desplome de Ciudadanos, que aquí no logró capitalizar Vox en la misma medida que en otros territorios.

Los notables del Pepedegá tienen cada vez más argumentos para pedirle a Don Alberto que haga un último sacrificio (o penúltimo, que eso ya se verá). Sólo él puede lograr una nueva mayoría absoluta, gracias al plus que supone su tirón personal. Otro candidato lo tendría muy difícil, casi imposible. Nadie lo sabe mejor que el propio presidente de la Xunta, que se deja querer, mientras madura una decisión que pensaba hacer pública a principios de año, y que ahora puede verse condicionada por un eventual nueva convocatoria de elecciones generales. Sus íntimos creen que a día de hoy está por "recuncar", si bien es posible que no haya terminado de deshojar la margarita, con lo que aún puede cambiar de opinión.

En el entorno de Feijóo reina la prudencia en lo que se refiere a la entrada en escena de Vox. Está aquí para quedarse. Se afianza y va creciendo. No consiguió ningún escaño en Galicia. Sin embargo, estuvo muy cerca de lograrlo en la provincia de A Coruña. Lo evitó la llamada al voto útil lanzada por desde el Benegá para recabar los apoyos de Anova, En Marea, Compromiso por Galicia y otras fuerzas minoritarias, que se conjuraron para cortar el paso a la ultraderecha y lo lograron por la mínima. Ayudaron bastante los estudios demoscópicos que advertían de que el último diputado coruñes lo iban a decidir un puñado de votos. Unos cuantos miles de anteriores votantes socialistas también decidieron echar una mano.

Ser tercera fuerza en el conjunto de España ayudará a los de Santiago Abascal a generar una mínima estructura organizativa en Galicia de aquí a que se convoquen las elecciones autonómicas. Ya están buscando un cabeza de cartel, aunque eso es lo de menos. A Vox lo votan por sus ideas, no por sus candidatos, la mayoría absolutos desconocidos para su potencial clientela electoral. En la cúpula del Pepedegá saben que tendrán que ir al choque frontal con la ultraderecha y que eso les ayudará a centrar su mensaje, a lo que también contribuirá por otro lado la inevitable" izquierdización" del Pesedegá de Gonzalo Caballero a la hora de ganarse a los aliados que necesita para desalojar a Feijóo de San Caetano. No hay mal que por bien no venga. Porque, a pesar de que Feijóo no les gusta un pelo, si de Vox depende, los "progres" no gobernarán Galicia. Eso seguro. @mundiario

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