Trastorno de somatización: cuando el dolor emocional se expresa en dolor físico

Mujer con expresión de sufrimiento./ Michal Fošenbauer en Pixabay.
Mujer con expresión de sufrimiento./ Michal Fošenbauer en Pixabay.
Es exactamente en este punto de desgaste que las emociones y los sentimientos no se expresan a través del llanto y el habla, sino que se manifiestan a través de procesos somáticos. En la somatización, las personas no lloran sólo con los ojos, lloran con algún órgano del cuerpo. 
Trastorno de somatización: cuando el dolor emocional se expresa en dolor físico

Sufrimiento derivado de una pérdida, de una situación difícil de superar, del duelo, de la no realización en algún ámbito de la vida, donde la persona experimenta constantes conflictos conyugales o incluso interpersonales o está atravesando un proceso de separación, emocional privaciones o cualquier otra situación en la que exista un estado de sufrimiento y en la que la capacidad para resolverlo no dependa únicamente de la persona, estando fuera de sus recursos económicos o emocionales.

La superposición de estados de estrés durante mucho tiempo, donde la persona se encuentra en una constante “lucha” interna por resolver una determinada situación externa, en la que no tiene “control” de algunos factores, hace que esta persona entre en “indefensión aprendida” , entendiendo que no tiene sentido hacer mucho, ya que no obtendrá resultados satisfactorios o incluso ningún resultado.

Es precisamente en este punto de desgaste que las emociones y los sentimientos no se expresan a través del llanto y el habla, sino que se manifiestan a través de procesos de somatización. En la somatización, las personas no lloran con los ojos, lloran con algún órgano del cuerpo; los estados emocionales reprimidos encuentran el camino físico para expresarse. En este contexto, las emociones se comunican a través del dolor y el malestar, con dolores de cabeza persistentes, alergias, dolores de estómago, acidez estomacal, reflujo, problemas articulares, dolores musculares, insomnio y temblores corporales, entre otros.

Todos somatizamos en algún nivel, en situaciones específicas, ya que no hay separación entre cuerpo y mente. El problema se configura cuando las somatizaciones dejan de ser puntuales para volverse recurrentes, cronificando los síntomas y siendo un campo propicio para el desarrollo de un Trastorno de Somatización. Cuando el dolor físico se vuelve constante, la persona busca ayuda médica, se somete a una serie de exámenes, no encontrando la causa orgánica a través de pruebas clínicas y de laboratorio que expliquen ese dolor. En otras palabras, los síntomas y dolores no están justificados por un problema físico. Después de realizar todos los procedimientos clínicos y ambulatorios necesarios, se verifica que el dolor es de naturaleza emocional.

¿Qué es el Trastorno de Somatización?

Es una condición clínica caracterizada por uno o más síntomas físicos derivados de contenidos psíquicos, tales como malestar y dolor sin ninguna identificación, correlación y/o causa física. Por no estar físicamente justificado y por tener un origen psíquico, esto no significa que el paciente esté fingiendo los síntomas, simulándolos o inventándolos por cualquier motivo. El dolor y las molestias son reales, provocan mucho sufrimiento y por ello requieren ayuda profesional para que los síntomas no se cronifiquen. El trastorno de somatización afecta a más mujeres que hombres y aproximadamente el 15 % de las visitas al médico de cabecera se deben a esta afección psiquiátrica.

Síntomas, signos y características del Trastorno de Somatización:

El paciente se caracteriza como “poliquejante” y con síntomas físicos persistentes. Estos síntomas están directamente relacionados con pensamientos “negativos”, “crisis existenciales”, generalmente con sentimientos de insuficiencia, fracaso y expectativas frustradas en algún ámbito de su vida. El diagnóstico suele hacerse antes de los 30 años. Hay una pérdida de tiempo y energía con preocupaciones excesivas sobre la propia salud. El paciente tiende a deambular por consultas externas, salas de emergencia y exámenes clínicos para encontrar una enfermedad que explique sus síntomas, pero los resultados de los exámenes son negativos. Esto sucede porque en el Trastorno de Somatización la causa es psicológica y emocional, estando generalmente asociada a estados ansiosos y depresivos, principalmente Depresión Reactiva.

Causas

Los factores genéticos pueden estar predisponiendo al desarrollo del Trastorno de Somatización, pero aquí se da el mayor peso a los factores ambientales, ya sean internos o externos. Por tanto, las principales causas son aquellas de carácter emocional, en las que el organismo no soporta las constantes situaciones de estrés superpuestas y sin tiempo para la elaboración. Como se mencionó anteriormente, los desafíos de la vida que son difíciles de manejar, como las pérdidas, el duelo, la separación, la insatisfacción con algún área de la vida, las decepciones y la sobrecarga de vida continua en la que la resiliencia se ve socavada, los contenidos psíquicos reprimidos fluyen en el cuerpo como una forma de expresión, de lenguaje, para que estas emociones sean comprendidas y quizás elaboradas.

Tratamiento

Cuando los exámenes clínicos minuciosos han refutado cualquier enfermedad física, es decir, sin correlación de síntomas con una enfermedad orgánica, se diagnostica Trastorno de Somatización. El tratamiento consiste en una combinación de psicoterapia y medicación. El tratamiento psicoterapéutico consiste en la evaluación y resignificación a través de técnicas psicoterapéuticas específicas de traumas vividos, expectativas frustradas, conflictos interpersonales, insatisfacciones, sentimientos de fracaso, sentimientos de falta de pertenencia e inadaptación, culpa, privación emocional, así como situaciones adversas vividas. Igualmente importante es la valoración del estrés diario y de cómo el paciente lo afronta, ya que el sufrimiento y la sobrecarga emocional es “mortero” para las somatizaciones. También es importante invertir en el autoconocimiento para entender tus procesos internos, sentimientos y emociones. @mundiario 

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