Sumar nace restando, al excluir a los cargos de los partidos que le apoyan

Yolanda Díaz, en la web de Sumar. / Mundiario
Yolanda Díaz, en la web de Sumar. / Mundiario
Es positivo que nazca una nueva formación con ofertas para resolver los problemas y mejorar la vida de la gente, pero el discurso del viernes pudo haber sido más interesante y atractivo.
Sumar nace restando, al excluir a los cargos de los partidos que le apoyan

Uno de los currículos más brillantes de la política española es el de Miquel Roca que durante 18 años fue la cara amable del nacionalismo catalán en Madrid donde ganó fama de político moderado y dialogante. Sin embargo, su trayectoria política acabó con un gran fracaso cuando en 1984 lideró la llamada Operación Roca con otras figuras políticas y personalidades económicas en el Partido Reformista Democrático (PRD).

Roca se presentó a las elecciones de 1986 en toda España (salvo en Cataluña y Galicia donde el partido estaba representado por Convergencia y Coalición Galega), pensando que Felipe González no lograría la mayoría y que la AP de Fraga había tocado techo, y cosechó uno de los fracasos más sonados de la democracia, logrando tan solo el 0,96% de los votos y ningún escaño.

Líbreme Dios de comparar la Operación Roca con Sumar, la plataforma de Yolanda Díaz, pero el viernes pasado me acordé de aquella iniciativa al ver la presentación del proyecto de la lideresa de Podemos que no cuenta con políticos consistentes como eran los acompañantes de Roca –el proyecto es ella sola–, pero los objetivos son parecidos: la búsqueda de una “mayoría social” para ocupar todo el hueco a la izquierda del PSOE. Lo curioso es que presentó su proyecto Sumar restando, al excluir del acto a los cargos de los partidos que, en teoría, le apoyan.

La señora Díaz disfruta de notoriedad, tiene a su favor apoyos mediáticos y mucha experiencia acumulada en toda una vida en política arrimándose siempre a personas y formaciones –Beiras, AGE, As Mareas, Podemos… – que le garantizaban un puesto en el poder, y le fue bien, siempre consiguió su objetivo, incluso cuando nadie daba un duro por ella. En su contra está su trayectoria sinuosa y poco noble en las formaciones a las que estuvo ligada, que dinamitó desde dentro, como ahora apunta a destrozar a Podemos, el partido que supuestamente va a galvanizar y dirigir.

No es fácil predecir cuál será el futuro de Sumar. Don Alfonso Guerra, que sabe mucho por sabio y por viejo, en una reciente entrevista en Onda Cero cuestionaba el  liderazgo de la ministra de Trabajo. Decía el ex vicepresidente que se quedó de piedra “tras visualizar un vídeo en el que la dirigente de Unidas Podemos hablaba de la patria y de la matria. ¿Y esta persona, se preguntaba, quiere liderar algo en España?. No, esta persona es un bluf”, dijo. El colega y amigo Javier García Sánchez titulaba su comentario de hace unos días en El Ideal GallegoYolanda Díaz, no suma, resta”.

 

De su discurso del viernes nada parece interesante y atractivo. Pero es positivo que nazca una nueva formación con ofertas para resolver los problemas y mejorar la calidad de vida de la gente. El tiempo dirá si acaba como la Operación Roca o sobrevive en el poder, como siempre. Ahora con ese invento “chulísimo”. @mundiario

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