Sánchez se engrandece, mientras Feijóo se ausenta

Pedro Sánchez, presidente del Gobierno de España, y Alberto Núñez Feijóo, líder del PP. / RR SS
Pedro Sánchez, presidente del Gobierno de España; y Alberto Núñez Feijóo, líder del PP. / RR SS.
El Congreso rechazó con los 201 votos del bloque de la investidura la candidatura del economista Ramón Tamames, propuesto por Vox. Sánchez consigue una victora valiosa, mientras que el líder popular se mantuvo alejado de los focos.
Sánchez se engrandece, mientras Feijóo se ausenta

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, consigue su primera victoria en este 2023 tras superar la moción de censura impulsada por Vox y que tenía como candidado al economista Ramón Tamames. Sánchez no pudo resistirse a la posibilidad que ofrece el reglamento del Congreso de intervenir en cualquier momento y se ha encargado de cerrar el debate atacando directamente al único protagonista de este episodio que decidió ausentarse: Alberto Núñez Feijóo.

El presidente comparó “el arranque de lucidez y decoro” que tuvo años atrás el anterior presidente del PP, Pablo Casado, cuando se encargó de imponer el voto en contra de otra moción de Vox contra Sánchez. Hace casi dos años y medio, Casado también dejó claras las diferencias que le separaban de Santiago Abascal, líder del Vox. Sánchez también tachó de “indecente” el voto de abstención del PP de Feijóo. 

El Congreso rechazó por un gran margen al candidato a la presidencia propuesto por la extrema derecha, Ramón Tamames, con 201 votos en contra, la gran mayoría del bloque de investidura. Se han abstenido los 88 diputados del PP, los dos huídos de UPN y el de Foro Asturias. La propuesta de Vox solo tuvo los votos de los 52 diputados del partido y el de Pablo Cambronero, exdiputado de Ciudadanos.

Sánchez manifestó que no procede “ponerse de perfil” ni ser “equidistante ni indiferente entre la legitimidad democrática con origen en las urnas y el vacío y el fraude constitucional”. El Gobierno ha lanzado un dardo al líder popular alegando que su abstención "es miedosa" y viene condicionada por futuros pactos con la ultraderecha de Vox tras las elecciones locales y autonómicas del 28 de mayo.

La moción de censura pareció un ataque sin valor y casi rídiculo contra el Gobierno, que sale fortalecido de esta etapa que no contaba con el apoyo de la mayoría de los partidos. El jefe del Ejecutivo vio en esto una oportunidad al destacar la falta del jefe de la oposición, que en ningún momento dio la cara. Haciendo uso del poder de la palabra, Sánchez recurrió nuevamente a su estrategia de hacer valer cómo Vox y el PP buscan paralizar la acción de su Ejecutivo y devolver la España del pasado. Con esto contrapuso esa confluencia “apocalíptica” de los intereses de la derecha y extrema derecha “con la coalición progresista y la mayoría plural y diversa de la Cámara que saca adelante reformas de país y la paz social”.

El presidente denunció que Feijóo ahora “calla y con su silencio lo dice todo”. Y entiende que con esto, se comprende hasta qué punto “necesita a Vox para ganar y gobernar en algunas comunidades autónomas y ayuntamientos” luego de las elecciones del 28-M.

Por otro lado, tanto Sánchez como Patxi López acusaron a Tamames de no haber “respetado al Parlamento” y no cumplir con presentar un programa alternativo en su moción. Además, le achacaron comportamiento de la derecha que consideran nocivos como la negativa del PP de renovar al Judicial: “son los únicos que no cumplen la Constitución al bloquear la renovación del Poder Judicial”.

En su discurso, Sánchez dejó claro que quienes decidirán serán los votantes y por tanto, quiso hacer ver las faltas de Feijóo como líder de la oposición y también la deriva progresista que significaría dar paso a un Gobierno Vox-PP. @mundiario

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