Las reformas de Sánchez desarman al Estado para seguir al frente del Gobierno

Merda variada [640x480]
González discrepa, Rufian confirma
Mientras Rufián revela que apoyan los presupuestos a cambio de anular de sedición, González desmiente a su propio partido
Las reformas de Sánchez desarman al Estado para seguir al frente del Gobierno

Luego de que los españoles asistiéramos atónicos a la masa coral de diputados del PSOE votando en bloque la reforma del Código Penal y la desaparición del delito de sedición, hay que agradecer el portavoz de ERC, Rufián, que haya confirmado la evidencia de que esa reforma es el contrapago al apoyo de su partido no ya a los presupuestos, sino a la propia continuidad del doctor Sánchez en la Moncloa. Y todavía han sido definitivas las aseveraciones del ex presidente Felipe González, insistiendo en que en cualquier país de Europa la conducta de nuestros sedicentes habría merecido el mismo tipo de reproche penal y que, en todo caso, su conducta va más allá de los desórdenes públicos, al pretender salirse del Estado y vulnerar tan gravemente el orden jurídico y la Constitución. Y no es que ni lo dicho por uno y por otro sea una novedad ante lo evidente, simplemente ha sido la confirmación del sentido común. En todo caso, rubrican el cinismo de Pedro Sánchez, con el que comulga su parroquia, instalado sobre una serie de mentiras. ¿Hasta dónde está dispuesto a llegar este hombre? Sin duda no tiene límites. Y aparte del alcance de sus graves actos, resulta todavía más chocante que él mismo dijera antes que a quienes ahora protege porque le obligan no incurrieran en un delito de sedición, sino de rebelión, según su autorizada opinión.

Ya sabemos que en política hemos de estar curados de espanto ante todo tipo de lances, acuerdos contra natura, mentiras, manipulaciones e infamias; pero nunca se llegara tan lejos por sus efectos, como proceder a una reforma del Código Penal, que va a privar al Estado de una herramienta para su defensa, a cambio de un puntual apoyo personal. Y además, en este caso, no sólo dejará al Estado inerme ante sus enemigos, sino que los beneficiados por Sánchez no sólo no se han arrepentido de sus actos, no han renunciado a sus objetivos, sino que perseveran en que su meta es alcanzarlos.

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Los principios morales del viejo socialismo

Pero vale la pena escuchar al propio Rufián (en realidad el ex etarra Otegui ya lo dijo antes, con el añadido de que detrás de su apoyo está la meta de que sus 200 camaradas de ETA, ahora mayormente ya en el País Vasco, sean liberados para siempre. Este aspecto es especialmente abyecto, cuando hay más de 300 crímenes impunes como es conocido). Rufián ha dicho: “Desgraciadamente muchas veces tenemos que utilizar palancas de fuerza para que el PSOE se mueva, incluso en compromisos que, de hecho, son suyos". Reconoce, pues, lo que era sabido, pero su testimonio de que la reforma del Código Penal le fue impuesto como contrapago a Sánchez, como ya era conocido. Y el portavoz de ERC dicta plazos ya que la eliminación de la sedición se debe consumir antes de final de año porque “los asuntos que su partido considera buenos han de hacerse con celeridad". Y como si fuera un experto jurista, el mismo personaje anuncia que hay que ser discretos en el paso siguiente, la reforma de la malversación, para “alcanzar un equilibrio para que no termine beneficiando a los condenados por corrupción. Y, en resumen, hay que evitar que los jueces aplican el Código Penal contra los intereses de los que este hijo de andaluces representa.

Felipe González discrepa

Más matizadas han sido las palabras del expresidente del Gobierno Felipe González que se ha manifestado contra que se califiquen como como desórdenes públicos lo que ocurrió en Cataluña en 2017 y ha asegurado que la tipificación "no tiene comparación con ninguna normativa europea".  Evidente y precisa que la norma que deroga la sedición no se homologa a Europa y lo que pasó no fueron solo desordenes públicos. González resume lo que pensamos millones de españoles: "Si han pretendido tipificar lo que ocurrió en Cataluña, la tipificación ni se ajusta a la realidad ni tiene comparación con ninguna normativa europea. Lo que digo es que la norma que conozco no es homologable con Europa si trata de tipificar los comportamientos de septiembre de 2017 en Barcelona". Y por último, con perfecta lógica concluye que, tras repasa todos los ordenamientos jurídicos, "desórdenes públicos es ocupar una estación de ferrocarril". No es lo mismo el desorden público, la gente que se mueve en la calle, que las autoridades lleven al Parlamento leyes de desconexión". Está claro, pero eso no le preocupa al inquilino de la Moncloa. Lo insólito de nuestros días, es que el mismo sujeto que pretende seguir en la cabecera del Estado promueva leyes para desarmarlo.@mundiario.

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