La "reentronización" de Besteiro

Hasta en la propia dirección del Pesedegá están un tanto sorprendidos con la acogida que entre la familia socialista gallega ha tenido el nombramiento de José Ramón Gómez Besteiro como nuevo delegado del Gobierno en Galicia. El retorno del exsecretario general a la primera línea de la política está suponiendo un revulsivo para el partido en vísperas del largo ciclo electoral que arranca en mayo con las elecciones municipales y concluirá en el verano de 2024 con las autonómicas, pasando por las generales de finales de año. También los críticos con el tándem Formoso-Lage reconocen, al menos en privado, que no se esperaban algo así, refiriéndose a la positiva reacción que su vuelta al escenario ha generado en la organización a distintos niveles, incluso entre gente que no simpatiza con la actual cúpula, a la que responsabiliza de haber reavivado las endémicas disputas internas por la injustificada premura con que anunció la puesta en marcha de la operación de recuperar a Besteiro.

No debe haber precedentes de que ningún delegado del Gobierno haya tomado posesión fuera de la sede gubernativa de la coruñesa Plaza de Ourense. Besteiro lo hará en un amplio recinto -el Palexco- en previsión de la masiva presencia de dirigentes, cargos públicos y destacados militantes del PSOE gallego en un acto al que acudirán el presidente de la Xunta, en su condición de máximo representante del Estado en Galicia, y dos ministros. A quienes hoy mandan en el Pesedegá les mueve en este caso una doble motivación, que a casi nadie se le oculta. Por una parte, se trata de escenificar pública y solennemente la rehabilitación moral y política de quien a no tardar, si lo desea, está llamado a recuperar el liderazgo del partido al que tuvo que renunciar por imputaciones judiciales. De otro lado supone de escenificar el pistoletazo de salida a la primera precampaña electoral de la era Post-Feijóo, que durará casi año y medio, lo que falta para las próximas elecciones autonómicas.

Claro que no todo el mundo en el PSOE recibe con el mismo grado de fervor la "reentronización" de Besteiro. En la Galicia sur, sobre todo en la provincia de Pontevedra (y en Ourense), apenas hubo muestra alguna de entusiasmo. La reacción por parte de Abel Caballero y sus lugartenientes fue más bien fría. El alcalde vigués, aunque respetuoso con la figura del expresidente de la Diputación de Lugo, no comulga con la forma en que se le devolvió a la arena política sobre todo por haber supuesto un cierto desgaste para la debilitada imagen de marca de los socialistas. Y seguramente también porque no se contó con el propio Caballero ni con los suyos a la hora de diseñar estos -al principio confusos- movimientos estratégicos en un momento delicado por la cercanía de las elecciones municipales, que es en lo que ahora habría que estar centrados por lo mucho que hay en juego.

También sorprende constatar el ascendiente que Besteiro mantiene sobre la estructura orgánica y seguramente también sobre buena parte de las bases del socialismo galaico siete años después de haber renunciado a la secretaría general, en la apenas pudo cumplir un trienio. Puede que esa buena imagen se explique en parte por la ejemplaridad de aquella retirada -supo irse cuando tocaba sin hacerse de rogar-, pero también por hecho de que ha conservado intactas sus expectativas de éxito en las urnas. Nunca llegó a presentarse como cabeza de cartel -y por tanto no salió personalmente derrotado- en unas elecciones, que es por otra parte algo de lo que no pueden presumir algunos de los más excépticos con su triunfal "rentrée" . Porque a fin de cuentas, cuando llegue la hora de la verdad, serán las urnas las que digan la última o por lo menos la penúltima palabra sobre si fue o no un acierto del Pesedegá esperar a Besteiro. @mundiario