Que Juan Carlos deje de tributar en España, simbólicamente escandaloso

Presentación1rerttrert [640x480]
Hacienda ya no somos todos
Ni Juan Carlos I es rey emérito, ni está en el exilio ni privado de la paz civil, es insólito que se digan estas cosas
Que Juan Carlos deje de tributar en España, simbólicamente escandaloso

A estas alturas aburre tener que recordar que ni Juan Carlos I es rey emérito, cosa que no existe, ni tampoco está en el exilio. Lo primero es que simplemente se le otorgó, a efectos protocolarios, el título honorífico de rey, tanto a él como a su consorte, sin función constitucional alguna, ni tampoco sueldo, luego de que su hijo se lo retirara ante sus escándalos de las fundaciones en paraísos fiscales y otros enredos. ¿Por qué se insiste, aunque se comprende que se haya establecido el uso del primer y erróneo concepto en la prensa del corazón e incomprensiblemente en el periodismo serio? Juan Carlos I, al contrario que su abuelo Alfonso XIII, declarado traidor por las Cortes de la II República, no fue privado de la paz civil, en el sentido de que podía ser detenido por cualquier español si entraba en territorio nacional. Juan Carlos I puede venir a España cómo y cuando quiera. Otra cosa es que le convenga a la imagen de la monarquía.

Llamarlo emérito y decir que se halla en el exilio son, pues, no ya dos mentiras, sino dos inexactitudes, que es casi peor. Es además una falta de respeto a la memoria de los miles de españoles que sí que estuvieron en el exilio o sufrieron destierros, de parte del mismo personaje del que fue sucesor a título de rey. Pero, es más, tras abdicar, Juan Carlos pasaba tres cuartas partes del año viajando por el mundo y residiendo temporalmente en los más diversos lugares de asueto, incluido donde ahora ha fijado su residencia. ¿Exilio de qué? Pero si a esta lamentable historia le faltaba algo, sin que la Casa Real no haya desmentido, los españoles acabamos de enterarnos de que se han iniciado los trámites para fijar su residencia fiscal en Abu Dabi, o sea, dejar de contribuir a la Hacienda española. Otros personajes de la farándula nacional, como artistas, deportistas famosos y demás ya lo hicieron y lo hacen antes. Pero en su caso resulta difícil hallar un adjetivo adecuado para justificarlo. ¿Qué ingresos tiene actualmente Juan Carlos y de dónde proceden, si su hijo le retiró la soldada, ciertamente insuficiente para su tren de vida?

En ese sentido, ha trascendido que el rey honorifico Juan Carlos I habría iniciado los trámites administrativos pertinentes para no tener que presentar este año la declaración del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) relativa al 2022, dando cuenta a la Hacienda pública que “el núcleo principal o la base de sus actividades o intereses económicos» ya no radica en España y por tanto fijará su residencia fiscal en EAU”. La verdad sea dicha, es que, sin otros cambios, se puede lugar de lo que prevé nuestro ordenamiento fiscal, ya que para verse obligado a tributar aquí ya no cumple el requisito de haber permanecido durante más de 183 días en territorio español para ser considerado como residente fiscal. Desde que se instaló en Abu Dabi en agosto del 2020, solo ha estado en España durante visita de cinco días a finales de mayo pasado. Y desde pasado mes de marzo por carta a Felipe VI que había decidido instalar su residencia permanente en el país del Golfo.

La ejemplaridad no practicada

A nadie se le puede escapar el carácter simbólico de este acto, por parte de quien fue Rey de España, que hacia llamamientos a la ejemplaridad de los demás, pese a su disoluto modo de vida. Como se recordará, previamente avisado, pudo eludir el delito fiscal, regularizando sus deudas con Hacienda, el 9 de diciembre del 2020, de 678.000 euros en relación al uso de tarjetas bancarias con fondos opacos del empresario mexicano Allen Sanginés-Krause, uno de los tres asuntos investigados en su contra. A continuación, el 25 de febrero del 2021, llevó a cabo una segunda por casi 4,4 millones de euros por rentas no declaradas durante varios ejercicios que suman más de 8 millones de euros en relación a viajes y servicios a costa de la Fundación Zagatka, a cargo de su primo Álvaro de Orleans-Borbón.

De cuantos análisis se han hecho de este nuevo gesto del ex monarca, sobresale el del constitucionalista Javier Pérez Royo, quien lo califica de “desfachatez”, desde el punto de vista constitucional. Porque, pese a que ya no sea inviolable, tampoco es un ciudadano como los demás, sino que está o debería estar sujeto a otra serie de responsabilidades y deberes en contraprestación a los privilegios que conserva, aparte del tratamiento, el aforamiento ante el Supremo. ¿No obliga eso a nada? Dice el profesor Pérez Royo que “las Cortes Generales no pueden tolerar la desfachatez de Juan Carlos de Borbón, que le está faltando el respeto al órgano constitucional que “representa al pueblo español” y que precisamente por eso, es el único que puede expresar la voluntad general y decidir cuál es su estatus tras la abdicación. Y qué consecuencias se derivan de dicho estatus. Y por otro lado, los españoles tenemos derecho a saber el coste que está teniendo para el Estado español su residencia en Abu Dabi y máxime ahora que se evade de contribuir como hacemos los demás.@mundiario.

Comentarios