Presos y presas

Cada vez hay más presos puestos en libertad o condenados que ven rebajar sus penas por corregir una ley que contenía una fe de erratas. También hay presas que construidas para combatir la sequía en España, están siendo destruidas mientras en otros países se levantan ante la falta de agua. ¿Otra fe de erratas? Seguramente.

Luego están las presas del partido que pese a tanto desastre legislativo son reas de sus propias incongruencias por aferrarse al cargo, el chófer y el sueldo vitalicio. También está el CIS que ahora por no favorecer a unos socios en las encuestas es tildado de corrupto. O el Sareb, el banco malo de los pisos, la panacea para cumplir aprisa la carta magna y amparar antes de las elecciones a los necesitados de un techo. Menos mal que las víctimas del volcán La Palma, atrapados en el limbo, esperan aún la gracia del Estado. En fín, qué se le va a hacer. Tenemos lo que nos merecemos, ahora que afloran las promesas de todo tipo. Como la España rural de los 30 minutos, para calmar los ánimos de la despoblación.

Pero aquí no acaba todo. Tenemos a un dictador más vivo que nunca, dentro de una botella, a quien rememoramos todos los meses del año, sea la excusa que sea. Tanto en  la sequía y en las inundaciones, como en las viviendas y en los okupas, en las pensiones y en las cotizaciones sociales, en los doñanas y transvases. A ver qué hacemos cuando abordemos en serio la dependenci que se nos viene encima. 

Más presos hallamos en el fútbol de un club de fans, que por comprar árbitros se victimiza y dice que afirmar lo contrario es atentar contra el catalanismo. Y una Generalidad que se ofende por recordar los vítores al caudillo en el equipo blaugrana. Peor aún, que el ministro del ramo confiese no seguir el “caso Negreira” más descarado de corrupción liguera de todos los tiempos, pero sí lo haga de muy  cerca los episodios franquistas de hace generaciones. Quizá por eso, ser más sexy el pasado que el presente y no digamos el futuro, puede ser síntoma del trastorno del espejo retrovisor. 

Y cómo no, estamos presos de los festejos tradicionales como el Ramadán, que hacemos nuestro por un simple olvido antes de la Reconquista. Hay que prohibir los toros de toda la vida pero legalizar el sacrificio en plaza pública de rebaños en la fiesta musulmana del cordero. También somos presos de Marruecos que un día es una dictadura y otro no, aunque nos chantajea con Ceuta y Melilla. Ay, los  secretos de Bego. Las prisas por nacionalizar a migrantes magrebíes para favorecer un tipo de votos. No piensen mal, esto no es fe de erratas, es obrar de buena fe. 

Aún hay más ocasión de echar la mirada atrás y culpar al mismo difunto ferrolano. Lo que ya llaman el francomodín. En los incendios y en la obstinación por negar las labores de prevención en invierno para lamentar, un año más tarde, la muerte de los montes y la exterminación de la biodiversidad. En otros extremos tenemos la Puerta del Sol de Madrid recién remodelada. Imita la plaza Roja de Moscú expuesta a la insolación porque el metro del subsuelo de la capital  -dicen-  no deja plantar árboles que den sombra. Los achicharrados madrileños estamos presos de tanta  fe y erratas.

Para que digan que somos rencorosos. Las mentiras malintencionadas deben ser otro embalse falso de agua. Aprovechan para reprochar el supuesto pasado fascista de unos demócratas declarados mientras socios del gobierno alaban el peronismo que acogió a innumerables nazis tras la gran guerra por hedonismo. Por eso Perón y Franco tuvieron los mismos amigos en común, aunque fueran criminales de guerra. ¿No son tiernos? 

Con tantos embustes, de unos y otros, abusan de la talla boom. La fe de erratas abraza a los presos, presas y otras del montón. Ahora que estamos en campaña descarada desde hace meses, afloran toda clase de ferratas corruptas. Cada cual más gorda que  esconden en las trincheras y disparan a la memoria del enemigo. Pero lo importante es el C1 en catalán aunque nos falten sanitarios y las listas de espera se eternicen. 

Con el espectáculo servido, sin agua, sin sombras y dentro de poco sin cosechas,  corren a aplaudir al club de seguidores. Si es lo que dicen algunos, poco nos pasa. La extenuación nunca es grave si es para que sigan  los suyos y apunten a teorías conspirativas. 

Aquí en España los sindicatos no toman las calles porque con los bolsillos llenos están más guapos calladitos. Pero acuden corriendo a París, no a mendigar subvenciones, sino a protestar por elevar la jubilación francesa dos años hasta los 64 años mientras en el nuestro aceptaron los 67 sin rechistar. Veremos si prospera los 70 años del PP que llevan en programa. Seguramente aquí le dedicaremos un bostezo  y vendrán los franceses a levantar las calles españolas por miedo al contagio.

LA ZARZUELA, REHÉN DE SU CINE MUDO

También es presa de sus propios presos la Casa Real. Y que me perdonen. No puede ser que la única receta a la fustigación interesada de unos republicanillos antisistema en formación dual sea la comunicación no verbal. Ajena a la era digital y los códigos abiertos sigue en el oscurantismo de la tradición ultra-católica. De seguir así, no faltará la fecha  que lamenten que sea la IA quien lance sus propios mensajes en nombre de la institución monárquica. 

Para tener ancestros prusianos y una consorte del ramo parece mentira. Los falsos relatos de terceros se combaten con más osadía comunicativa y no pretendiendo pasar de puntillas. Así se saca al preso de prisión y tal vez más adeptos a la monarquía votada en la Constitución. Aunque el enemigo lo tenga dentro. 

Como la impresión creada con las franquicias fiscales de ciertos  nietos del emérito, que viven a todo trapo sin dar palo al agua y a costa de no se sabe muy bien cómo y de quién. La generosidad de los emiratos puede tener un límite a tanta prole borbónica. Y puede que pase factura un día a la Zarzuela, secuestrada en su autoimpuesto cine mudo.

¿Recuerdan el ‘España va bien’? Eso no es nada. Hoy estamos mejor que nunca: hemos adelantado ya el PIB de Alemania y Francia -según la ministra del Tesoro arruinado, pese a la gloria de liderar el déficit y la deuda pública en Europa. Qué más quisiéramos. Pero éste es otro timo venial, que seguro tiene su explicación en las erratas de las presas asfixiadas de agua. Y si no, siempre quedan los duty free para expropiar un perfume a falta de agua de colonia de baja graduación. @mundiario