La organización empresarial perfecta

Organización empresarial perfecta. / RR SS.
Organización empresarial perfecta. / RR SS.
La biología molecular es la que está deseosa de desvelar los mayores y mejor guardados secretos de la gestión precisa de toda organización.
La organización empresarial perfecta

La Naturaleza es esa gran maestra que nos enseña cómo es el resultado cambiante de la vida. Por ello, la biología nos explica cómo se gestiona esa vida que vivimos cada uno de nosotros, siempre acompañados de algunos colectivos más alejados.

Pero en realidad, la biología molecular es la que está deseosa de desvelar los mayores y mejor guardados secretos de la gestión precisa de toda organización.

Le comento que las neuronas no se tocan pero se comunican. También le digo que no se relacionan por vecindad sino por señalización previa; y que dicha señalización obedece a un criterio enfocado a satisfacer necesidades actuales y futuras de forma precisa.

Las rutas metabólicas van abriendo “tuberías” y “válvulas” según la demanda propuesta convirtiendo moléculas (metabolitos) en otras nuevas, perdiendo la identidad de las primeras para forzar nuevas unidades basadas en las segundas. Realmente se trata del servicio logístico más eficiente jamás conocido. Si lo prefiere, podríamos decir que es el modelo de conversión constante que nos mantiene vivos.

Pero claro, somos humanos y de vez en cuando algo se rompe. Bien. En principio no hay problema. Nuestra organización también dispone de un ejército de obedientes reparadores especializados que no se asustan por nada.

Como puede apreciar, todo está bajo control hasta que se descontrola. Dicho control es inconsciente y trabaja igual que una máquina bien alimentada, cuidada y mantenida. Los investigadores trabajamos en asignar “dianas terapéuticas” o bien, en la detección de biomarcadores. ¿Le suena KPI? Pues eso. Un indicador.

Pero cuando la catástrofe se cierne sobre nosotros no es por un fallo “mecánico”, sino por un error en la interpretación del algoritmo que lo ha generado. Es muy sencillo. Todo tiene arreglo si sabemos cómo se ha estropeado.

Me apresuro a decirle que en la investigación molecular siempre se trabaja bajo un plano similar al “reduccionismo”, buscando modelos “pequeños” y localizados que luego se replicarán en áreas de mayor complejidad. Es un hecho que si no entendemos “la fórmula”, no podremos alcanzar el resultado. Dicho resultado proviene de un algoritmo universal. El algoritmo que lo rige todo.

¿CÓMO MEDIMOS EL COMPORTAMIENTO?

La unidad de medida del comportamiento (escala ADNe Bernstein) posee tantos decimales como ganas tenga usted de profundizar en él. Dicha escala es el resultado de años de estudio del modelo sináptico el cual ofrece más de 36.900 millones de combinaciones posibles, trabajando exclusivamente con números enteros. Cuando activamos los decimales, la calculadora “explota”.

Lo cierto es que desgraciadamente no se suelen usar números en el análisis y determinación del comportamiento emocional, sino que nos contentamos con magnitudes (mucho, poco, etc…). Superficialidad.

Si en una analítica clínica le dicen que su nivel de glucosa en sangre (mg/dL) es “poco”, está claro que se lo va a tomar a bien, pero como le salga un asterisco (*), le va dar dolor de cabeza. Pero lo importante está en que este indicador por sí solo nos da un “aviso” sobre algo que se ha generado mucho antes y que, si no lo remediamos, se complicará mucho después.

Para profundizar un poco tiene que saber que el gen, como unidad, (tanto usted como yo tenemos más de 20.000 genes codificantes en cada célula nuestro cuerpo) carece de autonomía. Su expresión casi siempre depende de su combinación con otros genes que le acompañan. De ahí la frase “juntos pero no revueltos” y de ahí que la combinatoria y la permutación sean las disciplinas clave en el estudio del comportamiento.

Todos poseemos los mismos aminoácidos precursores. Todos producimos los mismos neurotransmisores. Todos sentimos de forma parecida. La diferencia está en la capacidad productora de cada cual y sobre todo, en la facultad individual para combinar equilibradamente la liberación sináptica. En esto último sí que somos diferentes. Diversidad lo llaman, si lo prefiere.

Desgraciadamente el desconocimiento sobre el comportamiento nos ha llevado a alejarlo de la biología molecular para ser más cuestión de creencia.

MANAGEMENT ENZIMÁTICO

Aun así, toda pseudociencia que se precie posee un fundamento científico que, aunque breve y débil, es aprovechado estupendamente por el “predicador”.

De hecho, la mayoría de los mensajes inspiradores que suelen ofrecerse en relación con la Felicidad, Bienestar, etc… forman parte de la tendencia pseudocientífica que no es otra cosa que una demostración tangible de la pereza intelectual. Además, cuánto más se refieran dichos mensajes a la “evidencia científica” o “científicamente comprobado” más pseudociencia suelen ser.

Como decía Weismann, “El mecanismo de la herencia, de la variación y de la evolución no se fundamenta en la persistencia de lo adquirido a través de generaciones, sino en las virtudes de su estructura molecular”. Pero, ¿Qué elementos se ocupan de mediar en todo esto?

Sabemos que, a menudo, para generar una reacción es necesaria una enzima que degrade y/o acelere la transformación.

Es muy importante saber que los procesos transformadores en las empresas también requieren de “enzimas”. El reto en la empresa es encontrarlas, enrutarlas y aplicarlas generando una nueva y mejorada estructura organizativa.

Para ello es fundamental marcar las características de estas 4 enzimas según el modelo ADNe CARE donde se tipifican sus funciones. Se las describo brevemente.

C. Cohesionadora

Aquella que homogeneiza las materias activas (incluyendo a los individuos) reduciendo la implicación de aquellas que muestran asimetrías, consolidando así los procesos.

A. Aceleradora

Aquella que ofrece fluidez y agilidad a los procesos ya evaluados y aceptados.

R. Rescatadora

Aquella que va recogiendo unidades (incluyendo a las personas) que se han visto obligadas a ralentizar su marcha a causa de sus condiciones de origen.

E.Exploradora

Aquella que analiza propuestas y efectúa pruebas bajo un efecto “laboratorio” o “in vitro” bajo condiciones estrictamente controladas.

Así, al combinar sus actividades, existen diferentes vectores aplicables en relación con esa estructura organizativa tan deseada.

Haciendo un breve cálculo, la permutación sin repetición en valores absolutos nos ofrece 24 posibilidades, las cuales en relación al rango de medición de cada una de las 4 unidades ADNe CARE alcanzan 100 resultados posibles (números enteros de 0 hasta 100).
La cifra de permutación sin repetición es de 2.400 unidades diferentes. En el caso de números centesimales (ADNe CARE) estaríamos hablado de 240.000 unidades de medición. Dependerá de la precisión que usted necesite para tomar decisiones.

EL MODELO ADNe CARE

Por ejemplo, si vamos combinando “enzimas” (CARE), el vector EACR será propio de organizaciones innovadoras e inquietas de ciclo corto. El vector EARC se identificará con corporaciones igualmente innovadoras pero cuyo enfoque es de ciclo largo, mientras que el vector CRAE será afín a empresas jerárquicamente estructuradas cuyos criterios conservadores marcarán su personalidad.

¿Le va cogiendo el “tranquillo”?

Bien. Sin ganas de agobiarle le recuerdo que al variar mínimamente un solo dato, la organización cambiará la intensidad del vector, pero no su dirección.

Para que se haga una idea, no es lo mismo un  esquema EACR con E91/A85/C36/R14 que con

E82/A96/C73/R79. Son 2 organizaciones distintas. Diversidad lo llaman, si lo prefiere.

Como le decía, depende del nivel de precisión que necesite para construir la vida. En este caso, de su corporación. @mundiario

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