Musk, ni lo intentes

Elon Musk, cofundador de Tesla. / Quartz
Elon Musk, cofundador de Tesla. / Quartz

Carta imaginaria al nuevo propietario de Twitter, Elon Musk, porque su política de llevar el negocio puede hacer mucho daño o bien, según se mire, a España. 

 

 

Mientras el multimillonario Elon Musk pregona las jornadas intensivas de trabajo en Twitter, en otras se extiende con timidez la jornada laboral de cuatro días a la semana, todas ellas para aumentar la productividad de las empresas, empleados y conciliar.

Está visto que una de las dos concepciones no puede tener razón. Parece que la de Musk se aleja de la era digital aunque quiera aplicarlo en su empresa tecnológica Twitter, y rememora el siglo XIX. En España no fue hasta  el año 1919 cuando se instauró la jornada de 8 horas semanales con derecho al descanso el fin de semana.

Pero una de ellas, choca con el teletrabajo, la conciliación y el aprovechamiento de las nuevas tecnologías. Mientras Occidente camina al ocio, la llegada de la IA, la robótica y el 5G hacen adivinar que las jornadas no serán como las que hemos tenido hasta ahora. Presumo que se repartirán a lo largo del día “a gusto del consumidor”, es decir, que lo principal será lo que uno rinda,  y mientras cumpla objetivos será secundario cómo lo consigue y cuánto trabaja el trabajador.

Pensar que Twitter y su nuevo propietario exija el compromiso de dormir hasta en el puesto, puede tener sentido ahora que está de capa caída, perdiendo beneficios, ingresos, anunciantes y empleados.  Pero superada el desequilibrio, se antoja un capricho de rico metido a gestor de una multinacional. No consta que en su otro buque insignia de Musk, TESLA,  las jornadas sean de 60 horas semanales.

En España, donde el trabajar está mal visto por herencia católica y anhelamos el escaqueo cuando no está el jefe presente, puede ocasionar algún malestar fisiológico y numerosas consultas médicas para pedir  la baja laboral por unos días.  De ahí que los sindicatos que viven de las subvenciones y algún partido de izquierdas radical postulen por la reducción de la jornada laboral sin recortes de salarios. ¿Descarado no, Elon? Osea que el empresario o el  patrón te regale más vacaciones pagadas porque “tú lo vales”, sin atender la situación de la cartera de pedidos y dificultad de contener la crisis.

Si trabajar está mal visto, no así el ocio y el descanso. Cualquier excusa, Musk, en España, es buena para un descansito, un cigarrillo, un cafelito con algo, o aprovechar como hacen en algunas empresas pública del SEPI o de la administración pública, la compra de casa en jornada matinal. Musk no sabe a cierta cierta a qué te enfrentas en nuestro país. 

La nueva  “Visión y Misión” de Twitter pueden encontrar el rechazo frontal de los miles de liberados y organizaciones sindicales. Mejor ni lo intentes. Antes el negocio cerrado que morir trabajando.  Que tú no sabes lo que mandan los sindicatos en este país que no es tuyo cuyos mandatarios esconden por vergüenza moral sus altos salarios pero exigen transparencia en Twitter y en todas las empresas. 

Ya sabemos que Twitter nunca será el Congreso de los Diputados, con vacaciones tan alargadas como en ningún otro parlamento occidental, con una tabla de retribución para muchos diputados rasos que solo acuden a apretar un botón, cuando no se equivocan, a la hora de votar una ley. A cambio perciben unos privilegios que ni imaginan los CEOS de pymes y micro-pymes que son los que crean empleo en este país.

Que no, que no sabes cómo es España, aunque hayas pasado frugalmente por Sevilla, Madrid y Barcelona y te hayan maravillado las tapas. Que somos eso, una multinacional de bares, tapas,  servilletas y restos de gambas por  los suelos. Que ya trabajamos con la copa en la mano, mientras hacemos relaciones sociales. Ahí sí que le dedicamos jornadas excesivas semanales. Y al final del día, que no falte la última copa en la trasnoche urbana.

Creo que si le dedicaras un poco de atención a la España vacía, te llevarías una agradable sorpresa. Allí, en el  mundo rural, saben lo que es trabajar, echar jornadas de 60 horas semanales al lomo, porque el campo tiene eso, es muy sacrificado y si no te lo curras, no salen las cuentas, aunque nunca salgan, porque es muy desagradecido y los intermediarios se llevan el tajo, mientras los curritos del campo se quedan a dos velas.

Musk, tu Twitter no tiene que ser urbano sino rural. Allí te comprenderán. Los nuevos nómadas digitales prefieren la España vaciada, es más barata, federal, asequible y conciliadora que la gran city. Tenlo en cuenta, si tienes en cuenta cuantas  líneas escribo alguna vez en tu vida. Además dueño de Twitter, que sepas que gozarás de sanidad universal, educación garantizada en castellano y garantía judicial, porque tenemos unos legisladores chapuzas que hacen leyes que luego acusan a los jueces de no saber interpretar correctamente.

Y cuando no, los fallos del Alto Tribunal no hace falta que se cumplan por interés político de salvaguardar una coalición muy socio-colorista. Que aquí “piensan en la gente”, como el eslogan de un partido obrero cada vez menos español y del currante madrugador, que gobiernan pero para la gente de su cuerda porque los demás aunque seamos un buen pico y rompa la convivencia social en España, no cuentan.

Pregunta a los sanitarios de Madrid y del resto de España si no echan sus 60 horas semanales a cambio de unos salarios miserables. Se merecían trabajar en Twitter HealthCare (Twitter Salud) porque allí sí cumplirían y ningún liberado sindical del comité se atrevería a rechistarte, Musk.

Somos tan innovadores que esperamos que Bruselas legisle para atender las emergencias climática en nuestro propio suelo, la digital, idiomática y territorial. Aquí te vitorearán y hasta terminarás diciendo  en el Puente de Vallecas lo que dijo Kennedy: “Yo también soy un berlinés”.  Porque Twitter es mucho Twitter y, explorar las 60 horas semanales hallarán muchos  adeptos entre empleados fijos discontinuos, comités de tele-empresa y porteros de noche, aunque el día se haga pronto de noche en un país del Sur. Nadie esperaría que le cierres ni la puerta de acceso ni la cuenta.

Ya tuviste tu gesto bonito devolviendo la cuenta a Donald Trump. Falta por ver si el expresidente norteamericano vuelve a la carga con sus poli-tuits. Pero no te desanimes, que aquí censuraron a muchos más por ser “fachas” - en su amplio sentido de la palabra, es decir, en contra del establishment - , y aún esperan recuperar sus cuentas cerradas para echarles horas a la jornada laboral sin punto final. Mientras la cosa no cambie, queda lejos la cosa de obligar a Twitter retransmitir el NODO que pretende reinstaurar el ejecutivo de machirul@s/es con mucha dicción en el lenguaje inclusivo. 

Si algún día te sales con la tuya y la jornada de 60 horas semanales, ese día, que sepas, celebraremos el Black FuckDay pero  tienes que prometernos que ampliarás los 280 caracteres a los 660 para contar lo bien que nos va y dar cuenta en el NODO de la acción de gobierno porque los actuales se quedan cortos. Que como no nos enteramos por los medios subvencionados de papel, a lo mejor lo haremos de redes digitales como Twitter  que tienes la aquiescencia de dirigir. Eso sí, tendrá que ser con mucha igualdad, feminismo, ecologismo y resiliencia para que te acepten la propuesta progresista de currar hasta el éxtasis mientras no consigamos, como sueñan los comunistas que mandan, ser todos funcionarios de Ayuso. @mundiario

 

 

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