Frente a la miseria mental

José Luis Escrivá, ministro de ministro de Seguridad Social del Gobierno de España. / La Moncloa
José Luis Escrivá, ministro de ministro de Seguridad Social del Gobierno de España. / La Moncloa
Weber y el partido de Feijóo consideran que la riqueza de los empresarios han de amasarla a base de explotar y de que trabajen los niños.
Frente a la miseria mental

Hay ciudadanos españoles que andan perdidos en la ciénaga. Me refiero a la ciénaga ideológica, porque por desgracia la sequía no nos permite otras. La sequía y una legislación irregular e ilegal que permite que los humedales sean depredados por vampiros del agua que se la llevan -fuera de la ley- a su molino de la fresa y de otros cultivos. Razón Junta de Andalucía.

Una ciénaga ideológica, que se ve enlodada con una especie de miseria mental y moral, construida a base de eslóganes y titulares, tan impactantes como burdos, que llevan a dar mucha importancia a problemas artificiales, mientras no son capaces de mirar las situaciones reales que llevamos viviendo en nuestro país en los últimos años. Tan artificiales como la convicción de que España es un país lleno de okupas, camino de la bancarrota, y lleno de terroristas emboscados y de separatistas taimados que imponen sus políticas al Gobierno.

Quienes se dejan llevar de esos embustes no son capaces de examinar si quienes se los cuentan son -como decía don Antonio Machado- “mala gente que camina y va apestando la tierra”.

Porque esos "terroristas emboscados" han apoyado los PGE de 2023, por ejemplo, a cambio de que se subieran las pensiones no contributivas. Y Los separatistas taimados han pagado factura con la abstención de sus votantes el 28M.

Un servidor se ha cansado de razonar. Algunos amigos me critican que intento ser muy ponderado, y que me paso de argumentar y argumentar. Algo que para mí es una necesidad para mantener un respeto a la inteligencia y a la opinión de mis interlocutores. Pero desde el pasado domingo he decidido practicar aquello de “a buen entendedor…”, e ir directamente a los hechos.

Hoy quisiera compartir algunos hechos que desenmascaran a los maledicentes, y que ponen de manifiesto la realidad que quienes se han dejado arrastrar a la ciénaga no son capaces de valorar. Y quizá me atreva a sacar yo mismo públicamente mis conclusiones.

Hay un tal Manfred Weber, que preside el Grupo Popular Europeo porque en 2019 no fue capaz de lograr que los Estados miembro de la UE le nombraran presidente de la Comisión Europea. Es un tipo de la Unión Socialcristiana de Baviera, que desconozco cuáles, pero que anda en asuntos con el “popular” español González Pons. De cuya mano saltó a la palestra hace poco quejándose de que la Comisión Europea favorecía al Gobierno de España. Como ven, un “amigo” de nuestro país. Y como los amigos de mis amigos, tal vez podríamos ponerle las mismas comillas a González Pons.

Pues bien: ese tal Weber ha vuelto a mostrar su obsesión, promoviendo una moción para que el Parlamento Europeo se quede sin conocer, analizar y enjuiciar la estrategia del Gobierno español para el semestre en el que le toca presidir la Unión Europea. Muy celoso él de que Pedro Sánchez no brille en la Eurocámara, para que el Partido Popular saque ventajas en la campaña del 23J, ya que al Grupo Popular europeo no le está yendo muy bien electoralmente en el conjunto de Europa: el mayor país donde gobierna es Rumanía.

Pero da la casualidad de que Weber tiene unas tragaderas escandalosas: tal vez influido por su amigo González Pons ha visto como los europarlamentarios del Partido Popular español acaban de votar -junto con Vox- contra una ley propuesta por la Comisión Europea contra la explotación laboral y contra el trabajo infantil. Ya puestos, el propio Weber también ha votado en contra. Es decir, Weber y el PP español, junto con la extrema derecha, queriendo regresar al siglo XIX. Su argumento es que esa ley ¡puede restar competitividad a las empresas! O sea, que Weber y el partido de Feijóo consideran que la riqueza de los empresarios han de amasarla a base de explotar y de que trabajen los niños. No me molesto en argumentar.

Parlamento Vasco: día 1º de junio. Se vota una moción de EH Bildu. Ya recuerdan ustedes, los que andan metidos en la ciénaga, quienes son estos sujetos: llevan oyendo hablar de ellos varios años, desde que apoyaron la investidura del actual presidente del Gobierno. Son los terroristas, que por más que lleven desde 2011 trabajando en la vía democrática (Parlamento Vasco y Navarro, Ayuntamientos de Euskadi y Navarra, y Cortes Generales) sin que se les haya “pillado” en ningún asunto de corrupción ni saltándose la Constitución, constituyen un recurso muy socorrido para el partido de Feijóo, para acusar al Gobierno de España de colaborar con una ETA que desapareció hace doce años.

La moción de Bildu era a favor de la autosuficiencia energética, determinando que para instalar energía renovable en el propio domicilio no haga falta pedir licencia, sino que baste con una comunicación al Ayuntamiento correspondiente: ya ven por dónde andan las preocupaciones de Bildu. Pues bien, el Partido de Feijóo -como ya acabó la campaña electoral- ni siquiera se abstuvo: no tuvo ningún problema en votar a favor de una moción de Bildu. ¿Podríamos decirle ahora a Feijóo que vota con “terroristas”, como él ha venido haciendo durante toda la legislatura, mientras ha coincidido, por cierto, con Bildu en la mitad de las leyes que se han votado en el Parlamento Vasco?

No hay nada más cínico e hipócrita, y nada más injusto, que la ley del embudo, y acusar a otros (en este caso al Gobierno) de hacer lo que ellos -el Partido Popular- está haciendo prácticamente a diario.

Imagino que a esos ciudadanos que han caído en la ciénaga ideológica, atrapados por el fango de los eslóganes burdos, estos matices les resultan muy complicados de entender: una desgracia para España que recupera aquella lamentable lisonja dirigida a Fernando VII: “lejos de mí la funesta manía de pensar”.

Pues bien, señores de la ciénaga: el viernes día 2 de junio esa España “en bancarrota”, que Feijóo pretende derogar, no contenta con haber subido el salario mínimo un 47% en la última legislatura, y no contenta con haber hecho que su inflación sea la más pequeña de toda Europa, da a conocer el dato de que ha logrado en el mes de mayo -y continuando con una constante consecución de hace más de un año- que haya 20,8 millones de cotizantes a la Seguridad Social, y que se hayan creado 200.000 puestos de trabajo. El récord de afiliados a la Seguridad Social, que viene a avalar y a sufragar la veracidad y los costos de la Ley de Pensiones, que mantiene el ritmo de incrementar los ingresos y la dignidad de nuestros pensionistas, a la vez que garantiza su sostenibilidad en el futuro. Y todo ello con el apoyo de la Unión Europea, mal que le pese a González Pons, a Manfred Weber (¡un poco de orgullo español, por favor!) y a Núñez Feijóo. @mundiario

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