Feijóo, entre dos fuegos y con Ayuso desbocada

Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid. / RR SS.
Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid. / RR SS

Hay fuego amigo en medios afines para justificar el ensalzamiento de Ayuso y su posicionamiento radical, en la línea de Vox, con los errores del candidato como munición adicional.

Feijóo, entre dos fuegos y con Ayuso desbocada

Era evidente que el largo camino hasta las elecciones generales acabaría desgastando al candidato del PP. Lo era menos que sus limitaciones, antaño obviadas por los intereses mediáticos madrileños, acabarían poniéndose de manifiesto día tras día. Y en cuanto a Isabel Díaz Ayuso, existían sobrados motivos para suponer que haría exactamente lo que está haciendo.

Mucho tiempo hasta las elecciones, un año y medio, con una crisis económica y social a la vista, pero también con un proceso inflacionario que es un chorro de dinero inagotable para el Gobierno, dispuesto a gastarlo a manos llenas en objetivos necesarios y en otros meramente electorales. Feijóo ha querido anclar su alternativa en la situación económica, hoy preocupante, pero que puede evolucionar mucho durante los próximos meses y no necesariamente en la peor dirección. La endeblez de sus propuestas, las generalidades y algunos errores de comunicación, son incompatibles con una visión general de la economía que hasta hoy no hemos escuchado, ni con las necesarias precisiones en política industrial o energética cuando el Gobierno desarrolla mecanismos de ayuda con importantes recursos europeos.

La prensa madrileña ha descubierto ahora, porque no ha querido hacerlo antes, que Feijóo no es como lo dibujaban. Que tiene limitaciones en política exterior, política territorial o en determinadas áreas sectoriales. No es algo invalidante. Lo mismo ocurrió con anteriores presidentes de Gobierno. Para cubrir sus deficiencias ya cuentan con el apoyo de sus colaboradores. Sin embargo, medios afines a los conservadores están dedicando mucho espacio a glosar sus defectos o carencias, su incapacidad para adaptarse a Madrid, su apego a su territorio de origen, etc. Se recrean en afirmar que viniendo de la periferia no está en condiciones de dirigir el país. Tufo centralista para justificar otros argumentos.

Fuego amigo para justificar el ensalzamiento de Ayuso y su posicionamiento radical, en la línea de Vox. Lo que a su vez alienta a la Presidenta madrileña a provocaciones cada día mayores, como desprestigiar a los médicos en huelga o apuntarse al negacionismo climático, echando en cara a sus oponentes que defiendan ideología comunista. Claro que Ayuso es suficientemente inteligente como para envolver en una provocación lo que está sometido a discusión en muchos lugares, como la crisis sanitaria, largo tiempo demorada y frente a la que Gobierno y Comunidades Autónomas han decidido una postura de peligrosa inhibición.

Como es lógico, el Gobierno y el PSOE no han perdido el tiempo, entrando al debate constante con Ayuso para ningunear a Feijóo. Divide y vencerás es una de las estrategias más antiguas de la historia política. Ayuso lo sabe y protesta proforma mientras cultiva las provocaciones y acapara titulares diarios. Atrapado entre dos fuegos, el desgaste del candidato es inevitable. Sus errores puntuales solo añaden leña al fuego.

Las elecciones se decidirán principalmente en la economía, pero no solo. Será necesario aportar un cierto ideario simbólico y estratégico, un conjunto de ideas que motiven a los electores, que ilusionen o emocionen. En ese terreno, hasta ahora Feijóo ha sido plano. Por otra parte, las elecciones autonómicas y municipales del próximo mes de mayo pueden alfombrar el camino a la Moncloa o hacerlo directamente inviable. Serán una primera vuelta de las elecciones generales y contribuirán a fijar la imagen del ganador. El PSOE arriesga más, pues tiene mayor poder institucional, pero en las elecciones territoriales influyen asuntos ajenos a la agenda nacional por lo que es prematuro hacer previsiones.

Hoy Sánchez está un poco mejor en términos electorales y Feijóo un poco peor, dicen las encuestas. Pero durante los dos próximos meses el Gobierno tendrá la iniciativa con la tramitación de los Presupuestos y el goteo de ayudas e inversiones de todo tipo. El ruido por los sucesos de Melilla está lejos de provocar una crisis por mucho que las Ministras de Unidas Podemos y la Vicepresidenta Segunda engolen la voz y toquen a rebato. Ni la avalancha de emigrantes, ni la violencia causante de los fallecimientos son imputables a la Guardia Civil o al Ministro de Interior.

Yolanda Díaz, siempre oportunista, ya ha declarado en Pamplona que lo suyo no son los partidos, sino la política emocional, vacía de contenidos. Un proyecto personal que solamente puede terminar confluyendo con el PSOE previa demolición de su anterior coalición. No sería la primera vez que lo hiciese. @mundiario

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