Por favor, no disparen a Messi
Por favor, no disparen al pianista.
Emulando a la mítica frase que se colgaba en los bares del Lejano Oeste, donde se pedía que no disparasen al pianista, que era el único que no iba armado y que estaba totalmente indefenso frente a un más que probable tiroteo.
Las condiciones no son las mismas que antaño obviamente, pero el fuego es real y hay varios diarios y jugadores que se están haciendo eco de las posibles ayudas que estaría recibiendo la albiceleste en su camino hacia el título más laureado a nivel de selecciones.
Nada más lejos de la realidad que se pueda apreciar. Las quejas vienen un poco a dar luz a una frustración desmedida por la eliminación de algunos combinados nacionales antes de tiempo. Empezando por el caso de Portugal, selección que quedó eliminada frente a Marruecos en cuartos de final.
Los lusos se quejan de que el arbitraje del argentino Facundo Tello fue claramente favorecedor a Marruecos y ayudó a dejar fuera a los portugueses. Más de que el arbitraje de Tello estuvo dentro de unos mínimos, tampoco de notable, pero las quejas infundadas no son muy entendibles cuando Argentina se encuentra en el otro lado del cuadro y solo se encontrarían con Portugal en una hipotética final.
Obviamente cualquier rival grande que se quede fuera es una alegría para las demás selecciones, pero de ahí a hablar de amaño hay un trecho muy grande. Quizás Portugal debería de haber estado más atenta al encuentro y no al colegiado que les arbitraba. Se dieron cuenta tarde y ahora están en casa.
Después fue Holanda que, pese a caer en los penaltis, se quejó amargamente del arbitraje de Mateu Lahoz. Esta queja es más entendible pero porque la actuación del colegiado no estuvo bien en ninguno de los lados, pero no como para acusar a nadie que no sean ellos mismos de su eliminación.
Por último, tras el baño de Argentina a Croacia, los diarios croatas abrían sus portadas quejándose, otra vez más, del arbitraje de Orsato en la semifinal. Estas quejas no tienen fundamento ninguno y menos cuando la albiceleste fue muy superior al conjunto balcánico en gran parte del encuentro. El marcador refleja claramente lo que fue el partido. Varios rotativos croatas ponían el ojo en el penalti a Julián Álvarez y la no intervención del VAR. Otra historia para no dormir. El penalti es bastante claro y no deja mucho lugar a dudas. Por si acaso el propio Julián se encargó de no dejar dudas con un doblete.
Se suele decir que cuando el río suena, agua lleva. Todos están en su derecho de quejarse obviamente; el problema es que ese río nunca llegó a existir. Parece que se está intentado hacer una campaña para ensuciar el Mundial en el caso que sea Argentina la campeona. No se vio a media Europa quejarse del atraco a España e Italia sufrido por Corea del Sur en el Mundial de 2002. Quizás ahí parece que no interesaba. @mundiario
