Ellas marcan el paso en política

Liz Truss, primera ministra del Reino Unido. / Mundiario
Liz Truss. / Mundiario

En los últimos años, ha eclosionado la ocupación por mujeres de los principales puestos de Gobierno en numerosos países de distintos continentes.

Ellas marcan el paso en política

Macarena Olona ha pasado en pocas semanas de fracasar en el intento de llegar al Gobierno andaluz, a retirarse de la política con pretextos de salud para reaparecer como peregrina a Santiago, rodeada de pocos seguidores pero con la atención de muchos periodistas. Sus declaraciones alimentan la hipótesis de que disputará el espacio de Vox con una nueva formación siguiendo el modelo de la italiana Giorgia Meloni, a punto de conquistar el Gobierno de su país.

Yolanda Díaz se rodea de una veintena de colaboradores y de muchos periodistas en la sierra lucense para anunciar un nuevo episodio de la refundación del espacio político a la izquierda del socialismo. Isabel Díaz Ayuso en una emisora de radio obliga a su jefe de filas a moderar el discurso antiabortista introduciendo un matiz inteligente que le permite estar a la vez en contra del proyecto de norma gubernamental y a favor del hecho que regula. Y en el ámbito del Gobierno, muchas Ministras alzan su voz contra Núñez Feijóo, incluso las que se prodigan poco ante los medios, sobresaliendo María Jesús Montero por su mayor capacidad política.

Allende las fronteras la Vicepresidenta argentina Cristina Kirchner relanza su carrera en la que todo suma, incluso las acusaciones de corrupción o el intento de magnicidio. En el Reino Unido es más que probable que el lunes sea nombrada Lizz Truss como Primera Ministra, cargo que ya ocupa una mujer en Francia, Élisabeth Borne. De forma que varios de entre los principales Estados europeos están ya dirigidas por mujeres. A veces sufren por ello, como la Primera Ministra de Finlandia, Sanna Marin, sometida a críticas por la supuesta frivolidad de su vida privada, algo inevitable en las democracias actuales que han diluido la separación entre vida pública y vida privada, como puede atestiguar Boris Johnson. La lista de otras Primeras Ministras o Presidentas es muy larga: Lituania, Estonia, Dinamarca, Suecia, Islandia, Eslovaquia o Grecia entre otras. No podemos dejar de citar a la Presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen o la Presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, cuya toma de posición en Taiwan ha conmocionado la política internacional. En un país, por cierto, también presidido por una mujer, Tsai Ing-wen

La progresiva igualdad en la vida política va en aumento en todos los niveles como acontece en otros órdenes de la vida social. No hemos llegado al punto en que deje de ser noticia, pero los ejemplos citados muestran un avance innegable, pues hablamos de posiciones de liderazgo máximo en sus respectivos entornos y en todo el espectro político. Si descendemos al ámbito local los ejemplos son innumerables.

El camino hacia la paridad de género está más retrasado en otros ámbitos relevantes como el poder económico, véanse los Consejos de Administración de las empresas del IBEX, los medios de comunicación o en la dirección de hospitales, centros de investigación o universidades. La brecha en torno a los estudios STEM (acrónimo inglés de ciencias, tecnología, ingenierías y matemáticas) sigue siendo elevada y no parece remitir.

Que todo ello conviva con conductas intolerables derivadas de atávicos prejuicios, como ocurre en los delitos de género o en la cosificación presente en la publicidad y en los estereotipos, ilustra sobre el camino pendiente de un proceso histórico que es ya irreversible. Cambiar actitudes es mucho más lento y difícil que cambiar leyes. Sin embargo, estas desbrozan el camino y señalan tendencias. @mundiario

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