Discursos y críticas rituales

Volodímir Zelenski y Joe Biden en la Casa Blanca. / Twitter @POTUS
Volodímir Zelenski y Joe Biden en la Casa Blanca. - @POTUS

La referencia del Rey a la erosión de las instituciones, evidente durante las últimas semanas y presente en los sondeos del CIS, no ha tenido consecuencia alguna.

Discursos y críticas rituales

Queremos tanto la Navidad porque es inmutable, fiel a sí misma, inmune al paso del tiempo. Cada año los mismos rituales: encuentros, regalos, comidas, dulces… y discursos del Rey. Y su correlato de tomas de posición de los partidos políticos según un guion inalterable: PSOE y los partidos de la derecha se deshacen en elogios y los demás partidos reiteran sus críticas al Jefe del Estado y a la propia institución. Al día siguiente unos y otros retornan a la actividad habitual.

Es curioso que PP y PSOE, tan visceral e irracionalmente enfrentados, coincidan en la defensa encendida de la Constitución y de las instituciones que de ella emanan como la Monarquía, mientras que los socios del Gobierno censuren la Carta Magna y lo que representa. Los dos partidos mayoritarios aparecen enfrentados en todo menos en el campo de juego y los demás discrepan de este pero pueden lograr acuerdos de todo tipo con sus defensores.

Del citado discurso solo una reflexión parece especialmente oportuna: la erosión de las instituciones. Obviamente nadie se ha dado por aludido a pesar de haber sido probablemente el rasgo más destacable del año que termina. Erosión de las Cortes, inmersas en un nivel de debate tan bajo como improductivo, erosión del Tribunal Constitucional y del Consejo General del Poder Judicial, más obscenamente manipulados que nunca. Es difícilmente comprensible que el PP se haya enrocado en la negativa a cumplir las normas que regulan dichas instituciones lo que dará lugar a que en las próximas fechas la mayoría de Gobierno modifique la legislación. En el futuro ya no será necesaria la mayoría cualificada lo que reforzará todavía más el carácter partidista de las citadas instituciones.

Si el funcionamiento de la Constitución ha sido un éxito a pesar de sus imperfecciones, la experiencia acumulada aconsejaría abordar cambios institucionales que tratasen de paliar sus disfunciones. Los aspectos referidos a la distribución competencial entre Gobiernos autonómicos y Gobierno Central o la financiación autonómica y local son algunas de las más evidentes. Sin embargo, en el actual clima político no existe posibilidad alguna de acuerdos institucionales.

Lo cual tiene consecuencias en los ciudadanos. El último sondeo de opinión del CIS sobre actitudes de los españoles, constata la preocupación que les produce la vida política. No sería extraño que la abstención aumentase así como el voto a las opciones más radicalizadas pues quienes ostentan una posición de mayor centralidad política no parecen conscientes de ello.

En todo caso, a corto plazo, las posiciones electorales están equilibradas. Del lado del Gobierno la situación económica parece estar contenida, permitiendo una política de gasto expansiva durante el próximo año electoral. Del lado de la oposición, el efecto positivo del cambio de liderazgo parece estarse diluyendo. Sin embargo, la izquierda del Gobierno se encuentra en un proceso de atomización mientras que la derecha de la oposición sigue creciendo en intención de voto. Ambos extremos serán imprescindibles para lograr una mayoría.

La guerra en Ucrania se prolongará

La visita del presidente de Ucrania a Washington ha vuelto a constatar el enorme interés del Gobierno americano en el conflicto. Para ayudar al país agredido, desde luego, pero sobre todo para debilitar a Rusia, el enemigo secular, durante al menos una generación. La prolongación del conflicto, al que se van a destinar los mejores sistemas de armas de los bien dotados arsenales norteamericanos, obligará a Rusia a buscar alternativas en otros países y a forzar su economía de guerra, ampliando los efectivos de sus ejércitos. Las consecuencias en la opinión pública rusa son imprevisibles.

La Unión Europea está sufriendo las consecuencias en mayor medida que Estados Unidos. La dependencia del gas ruso ha elevado la inflación en muchos países mientras ha aumentado el número de refugiados que huyen de la guerra. La capacidad de Bruselas para mediar en el conflicto es mínima por su escasa autonomía respecto de Estados Unidos. Sin embargo el riesgo de escalada en el conflicto afecta principalmente a los países europeos. @mundiario

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