Campaña municipal en clave de política estatal

Alberto Núñez Feijóo, líder del PP y Pedro Sánchez, presidente del Gobierno. / Twitter.
Alberto Núñez Feijóo, líder del PP y Pedro Sánchez, presidente del Gobierno. / Twitter.

Las encuestas ponen de manifiesto que los pactos postelectorales determinarán los Gobiernos, ya que las mayorías absolutas serán excepcionales.

Campaña municipal en clave de política estatal

Asistimos a una extraña campaña electoral en la que los dos grandes partidos han decidido dejar en segundo plano a sus candidatos locales y autonómicos para entregarse a una verdadera primera vuelta de elecciones generales. Una estrategia que perjudica más a quienes están gobernando municipios y Autonomías que apenas pueden divulgar sus éxitos de gestión. A quienes están en la oposición les permite apuntarse a la estela de sus respectivos jefes de fila. Para los electores resulta frustrante que se dedique tan poco tiempo y espacio al debate de los asuntos cotidianos, sustituidos por una confrontación absoluta que al prolongarse hasta diciembre solo producirá hastío.

En el caso del presidente del Gobierno, tras semanas de conflictos públicos entre las distintas formaciones presentes en el Consejo de Ministros, con descalificaciones groseras entre algunos, censuras inauditas y desaires tan escandalosos como la reforma de la Ley referida a delitos sexuales, se ha decidido tomar la iniciativa con una batería de medidas sectoriales que se desgranan semana a semana. La más llamativa la futura Ley de vivienda, presentada como el Santo Grial que desbloqueará un problema que tiene décadas de antigüedad y donde todas las soluciones son lentas y costosas presupuestariamente.

La Constitución reconoció el derecho a la vivienda (artículo 47) como también el derecho al trabajo (artículo 35) pero no como una obligación de los poderes públicos, sino en el marco de una sociedad abierta. Durante casi medio siglo, los Gobiernos de uno y otro signo han favorecido mediante incentivos fiscales que el ahorro se destinase a la vivienda propia, en detrimento del mercado de alquiler. Revertir esa situación sin financiación estatal y autonómica, sin la colaboración de los municipios para crear suelo urbanizable y sin la colaboración del sector privado, parece una tarea más que difícil. De todo ello, se habla poco o nada.

El PP lógicamente se ha opuesto al nuevo marco legal, con firmeza en el caso de Feijóo pero con agresividad en el caso de Ayuso, siempre dispuesta a ir dos pasos delante de su jefe de filas. Los demás Presidentes autonómicos y Alcaldes han decidido no comprometerse demasiado y dejar que el tiempo dictamine sobre lo que de momento es un conjunto de deseos bienintencionados pero carentes de respaldo presupuestario.

Podemos se ha divorciado de las huestes de Sumar para tratar de afirmar una posición de cabeza de ratón en el escenario nacional, mientras Vox se ha centrado en mejorar su representación local presentando más candidaturas que nunca. Ciudadanos parece haber bajado ya la persiana al tiempo que los nacionalistas están enfrascados en lo territorial, pues las encuestas les son favorables.

El frente económico

En el frente económico los datos macro continúan en la senda favorable, al revés que los datos micro, pues la inflación devora los ahorros, el paro está cronificado, los salarios no repuntan e incluso la convergencia con Europa en términos de poder adquisitivo ha retrocedido.

Consecuencia de todo lo anterior, los ánimos electorales se han templado. Las distintas encuestas locales y autonómicas ponen de manifiesto que los pactos postelectorales determinarán los Gobiernos, pues las mayorías absolutas serán excepcionales. No parece tanto un cambio de ciclo como un reajuste parcial de la distribución del voto.

Tampoco la política internacional tras un año de guerra en Ucrania parece acomodarse a los deseos europeos. La progresiva consolidación de un eje Rusia-China al que han prestado oídos países tan diferentes como Irán, Arabia Saudí, Turquía o Brasil muestra que la Unión Europea sigue siendo un actor débil.

El ruido mediático que acompaña a los procesos electorales puede confundir sobre las prioridades que están en juego en municipios y Comunidades Autónomas. A menos de un mes de la apertura de las urnas los candidatos tendrán que imponerse al ruido y hacer oír sus propuestas si quieren gozar de reconocimiento además de lograr votos. Los gregarios del pelotón nunca suscitaron interés. @mundiario

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