La acción de Ayuso contra Bolaños: ¿una decisión política?

Las autoridades en la tribuna de Dos de Mayo. / RR SS.
Las autoridades en la tribuna de Dos de Mayo. / RR SS.

“Vino a provocar, lo que no puede pretender el Gobierno es avasallarlo todo”, se ha defendido la presidenta madrileña tras la polémica por no dejar que el ministro de la Presidencia subiera a la tribuna por el desfile del Dos de Mayo. 

La acción de Ayuso contra Bolaños: ¿una decisión política?

El pasado Dos de Mayo se vio empañado por una polémica surgida a raíz de algo primitivo: los desacuerdos. En este caso, entre el Ejecutivo y el Gobierno de la Comunidad de Madrid. El primero precedido por el PSOE y el segundo por el PP, rivales tradicionales en el campo político que en los últimos años se han ido alejando cada vez más de puntos de acuerdo mientras se unen a los extremos: en el caso del PP con Vox y en el caso del PSOE, con Unidas Podemos.

Revivimos la polémica. Tenía lugar el desfile en ese día tan aspecial cuando varias autoridades subían a la tribuna para presidirlo. Entonces ocurre que el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, tenía la intención de juntarse con otras autoridades en la tribuna, cuando la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, negó su acceso. 

La Moncloa respondió asegurando que el veto es “un paso más en la deslegitimación” del Gobierno “propia de partidos antisistema”, en palabras de la ministra portavoz, Isabel Rodríguez.

Rodríguez se encargó de asegurar que había sido invitada por el Gobierno madrileño al lugar, pero tuvo que declinar por motivos personales, y por tal, delegó en Bolaños la invitación. Afirmó que era algo común y nunca imaginó que algo como un protocolo ya establecido terminara siendo de relevancia nacional. Además, recordó que dicho protocolo está regulado por un decreto de 1983 y nunca en 40 años, había ocurrido algún problema. 

Por tal motivo, la ministra portavoz buscó los motivos electorales detrás y los comparó con vetos que se ven en otros países como EE UU o Brasil en época de elecciones, tal como ocurrió en los tiempos de Donald Trump y Jair Bolsonaro. “Esta campaña de deslegitimación empezó con Pablo Casado y ahora sigue con Alberto Núñez Feijóo, con Ayuso siempre en medio. Cuando se ataca a un Gobierno legítimo se está atacando a la democracia”, dijo Rodríguez. 

En La Moncloa hay tensión. No solo fue motivo de preocupación la acción de Ayuso, también la no acción de la ministra de Defensa, Margarita Robles, que no intercedió en ningún momento y se mantuvo ajena a la polémica. Desde el Ejecutivo destacan que Bolaños asistió porque no se le puede permtir a la presidenta madrileña decidir quién acude o no. Pero no es Bolaños, es que si cualquier ministro hubiese estado en el lugar, el protocolo determina que debe subir al estrado junto al resto de figuras relevantes. 

Desde el Ministerio de Defensa se limitaron a informar que desde la Comunidad de Madrid solicitaron que efectivos de las Fuerzas Armadas participaran en el desfile, algo que contestaron positivamente pero dejando patente que en ese caso, tendrían que asistir tanto la ministra Margarita Robles como el jefe del Estado Mayor de la Defensa, almirante Teodoro López Calderón. Cuando ocurrió el incidente, Robles fue consciente de lo que sucedía, pero de haber decidido retirarse, López Calderón la seguiría y por ende, también las fuerzas militares invitadas, cuestión que solo terminaría por agravar el caso, dejando un bochorno seguramente mayor.

Ayuso no da un paso atrás, algo por lo que es bien conocida. La presidenta conservadora defendió que en todo momento se seguió el protocolo y en el palco tuvieron lugar las autoridades pertinentes, que además de ella misma, estuvo conformado por: Alberto Núñez Feijóo (jefe de la oposición); Margarita Robles (ministra de Defensa); Teodoro López Calderón (Jefe del Estado Mayor de la Defensa); José Luis Martínez-Almeida (alcalde de la capital); Eugenia Carballedo (presidenta de la Asamblea); y Enrique Ossorio (vicepresidente regional).

La presidenta asegura que Bolaños "vino a provocar". “Se buscó de todas las maneras reventar este evento”, manifestó en una entrevista para la cadena Ser.

Lo que no puede pretender el Gobierno es avasallarlo todo. A mí se me exige que tengamos que rendirnos, y ni siquiera ser escuchados", continuó Ayuso. "Lo importante es saber que en los actos institucionales de los gobiernos autonómicos normalmente no hay ministros, porque es un día del Gobierno autonómico. No todo es el Gobierno, no todo es Sánchez. ¿Y si vienen los 22?”.

Aunque en un primer momento el Gobierno comunitario quiso defenderse ante el Real Decreto 2099/1983, lo cierto es que este estipula que los ministros (todos) tienen preferencia sobre los casos presentados en la tribuna como el líder de la oposición, el alcalde de la capital, la presidenta de la Asamblea o el vicepresidente regional. Ante esto, se han limitado a justificarse en la falta de espacio en la tribuna y temas de organización. 

“La responsable de protocolo llevaba varios días advirtiendo al equipo de Bolaños de que no estaban haciendo las cosas correctamente, que estaban dando por sentado que tenían que venir a presidir”, criticó la presidenta madrileña. “No es un día para ministros”, recalcó.

En cualquiera de los casos, el acto terminó de una forma incómoda por estas acciones. Quizás, lo ideal hubiese sido permitir a Bolaños subir al estrado de una forma cordial y tal como decreta la ley, sin embargo, en tiempos de elecciones, el más fuerte sale victorioso. @mundiario

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