El papel de Elena Salgado
La caída de la recaudación fiscal en 2008 obligará a las comunidades autónomas a devolver ingresos a las arcas públicas, que, por cierto, son de todos y no solo del Gobierno central. Según estimaciones de la propia vicepresidenta económica, Elena Salgado, las autonomías devolverán unos 6.000 millones de euros de 2008 y previsiblemente otra cantidad –¿similar?– de 2009. Lo harán en cuatro o cinco años. A simple vista, esto pudiera parecer que tantos esfuerzos para mejorar la financiación autonómica se han quedado en nada, pero tampoco es así. El nuevo modelo trascenderá la actual coyuntura; por tanto, una vez superada la crisis de recaudación recuperará la vitalidad que se le supone. Y, además, al devolverse esos fondos en cinco años, las autonomías podrán arreglarse mejor, lo cual no quiere decir que no haya riesgos de recortes presupuestarios, incluido el gasto social autonómico en 2010. De hecho, en la presentación de los presupuestos de la Xunta ya estamos viendo problemas en ese sentido, aunque no sólo porque haya que devolver 1.900 millones de euros de la financiación recibida del Estado durante los años 2008 y 2009, debido a que la recaudación en Galicia estuvo por debajo de las estimaciones de ingresos. También inciden los propios criterios políticos de la Administración del PP.
En una entrevista concedida a El Periódico de Catalunya, la gallega Elena Salgado reconoce que estamos en una crisis económica importante, de la que para ella no se desprende una crisis social. Es una curiosa interpretación de la realidad, difícilmente sostenible. Si por ausencia de crisis social entiende que no hay navajazos en las calles puede tener razón, al menos a día de hoy, pero si se refiere a la prestación de servicios públicos y a la propia situación de los parados, cuesta entender qué quiere decir la sustituta de Pedro Solbes en un puesto que, por lo visto en el debate presupuestario, aún le queda grande.
Ahora sabemos también que el presidente Zapatero y su vicepresidenta de los números tienen puntos de vista distintos sobre algunas cosas –”yo trato de convencerle a él y él trata de convencerme a mí”, dice Elena Salgado en esa entrevista–, si bien no conocemos lo realmente importante: cuáles son esas diferencias. ¿Acaso las que explican que tengamos unos presupuestos que han superado su primer trámite parlamentario con el apoyo de PNV y Coalición Canaria pero con el rechazo de los grupos de la izquierda que hasta ahora apoyaban al PSOE, entre ellos el BNG? Elena Salgado sostiene que no siente que tenga que oponerse públicamente para demostrar nada, pero todos sabemos que la historia es muy terca y que los ministros de Economía serios y competentes tienen personalidad propia. Y si no que se lo digan a Solbes, que ya está fuera del Gobierno, o a Rato, que siendo el mejor posible sucesor de Aznar terminó por ahí danzando. A escala autonómica, el peso de los consejeros de Economía no es el mismo que el de los ministros pero aún así todos vemos la diferencia que hay entre el conseller catalán Antoni Castells y otros que nos han caído más cerca.
