Mirada a Cataluña y Euskadi

Los debates previos a la aprobación del Estatuto catalán consumen tanto tiempo y desatan tanta polé
Mirada a Cataluña y Euskadi
Los debates previos a la aprobación del Estatuto catalán consumen tanto tiempo y desatan tanta polémica que incluso han eclipsado la controvertida política vasca. Los catalanes llevan 18 meses de negociaciones, tras los cuales la redacción del futuro Estatut encara su recta final, que tendrá dos tramos: este viernes 29 se votará un texto en comisión, al que darán su apoyo PSC, ERC e ICV-EUiA, ante la abstención de CiU y la negativa del PP, y ya en septiembre vendrá la votación final en el pleno del Parlament, donde la establecida mayoría de dos tercios hace necesario el voto favorable de CiU. El del PP no es imprescindible, pero sí sería conveniente de cara a la posterior ratificación en el Congreso.

Falta poco y, a la vez, mucho, mientras se advierte cierto divorcio de la clase política con la calle, pues los ciudadanos de Cataluña que han expresado su opinión mediante iniciativas particulares piden básicamente más bienestar y financiación. Sólo el diez por ciento de esas más de veinte mil iniciativas recogidas se refieren a la identidad nacional.

En Euskadi, entre tanto, el calendario marca dos grandes escenarios: la mesa de fuerzas políticas vascas y el posible diálogo del Gobierno con ETA. Mientras, vuelve a planear el rebrote de la kale borroka por el etarra muerto en Francia, país al que ETA y Batasuna también quieren implicar en las conversaciones de paz. Rodríguez Zapatero ya tiene el OK del Congreso para poder hablar, pero la mesa de partidos sigue a la espera de que PP y PSOE acepten sentarse con Batasuna, sin demasiadas condiciones previas. Y si la política no abre el camino, el diálogo autorizado por las Cortes puede fracasar. No sólo las cosas de palacio van despacio.