Hamilton alcanza el liderato tras su victoria en el Gran Premio de Singapur

El coche de seguridad marcaría el resultado final de la carrera/esportes.terra.com.br
El coche de seguridad marcaría el resultado final de la carrera/esportes.terra.com.br

El piloto inglés supera en tres puntos a su compañero Nico Rosberg, que se va se Singapur con un cero tras sufrir una avería en la parrilla de salida. Alonso, cuarto.

Hamilton alcanza el liderato tras su victoria en el Gran Premio de Singapur

El piloto inglés supera en tres puntos a su compañero Nico Rosberg, que se va se Singapur con un cero tras sufrir una avería en la parrilla de salida. Alonso, cuarto.

La suerte es un factor subjetivo y caprichoso que siempre está al acecho a la vuelta de la esquina. En las competiciones deportivas siempre se ha dicho que al final de una temporada, la suerte tiende a compensar las ventajas y las desventajas que aporta. Seguramente Nico Rosberg, tras lo vivido hoy, pueda confirmar con amargura que esto es así.

La competición llegaba a Singapur, un circuito urbano lleno de trampas y recovecos, que tiene al calor y la luz artificial como invitados especiales. Tras un par de semanas convulsas en el circo de la F1, con la destitución de Montezemolo, acusaciones de un supuesto castigo a Rosberg en Monza, y continuas filtraciones de un trueque de monturas entre Alonso y Vettel, la FIA quería protagonismo. La FIA, redactora del reglamento técnico y deportivo, tiene la extraordinaria capacidad de reinterpretar lo redactado a lo largo de la temporada, para crear diferencias que suelen ser sospechosas. La ocurrencia para Singapur, fue reinterpretar el artículo 20.1, que dice que los pilotos “deben conducir el vehículo solos y sin ayuda”, para prohibir las transmisiones entre box y pilotos. En la práctica impedía todo tipo de información sobre el vehículo, los ajustes, el estado del mismo, información sobre pilotaje propio o de rivales, o cualquier información que mejorase el rendimiento del piloto. Con ello pretendían que los pilotos fuesen más autónomos, y no dependiesen de las informaciones del Box. Las alarmas saltaron en muchos equipos, aunque en unos más que en otros, puesto que no estaban preparados. En pretemporada hubo muchas bromas sobre el display que incorporan Mercedes y Ferrari en sus volantes, alegando que parecía el mando de una Play Station y que el piloto debería pilotar, no pasar pantallas. Curiosamente el resto de los equipos tienen dificultades extremas para que los pilotos obtengan información suficiente, sólo con testigos led. Finalmente la FIA decidía recular y descafeinar bastante la medida, por ahora sólo está prohibido informar sobre la conducción de los rivales, y mejoras para la propia.

La salida

Tras una pole muy competida, Hamilton partía en la primera posición, secundado por su compañero de equipo y citados en la primera curva, los dos Red Bull escoltándolos en la segunda fila. Alonso, quinto, partía con grandes opciones de podium tras un fin de semana realmente bueno. Pero la suerte tenía otras intenciones, y en la salida de la vuelta de formación el Mercedes de Rosberg no se ponía en marcha. Los mecánicos lograban introducirlo en el pit lane, y trataban de arrancarlo probando con multitud de volantes. Finalmente lograban ponerlo en marcha, aunque con problemas en el volante, ese mismo que lleva el display.

Hamilton, liberado de presión ponía la directa en la salida y se iba con destino a la gloria. Por detrás Alonso lo veía más claro y se lanzaba al ataque a por los Red Bull, superando a ambos pero saltándose la primera curva, lo que le obligaría a devolver la plaza a Vettel. Se iniciaba una carrera táctica, marcada por la poca duración de las ruedas “blandas”, la extrema lentitud de las “duras”, y la posibilidad de Safety Car lo que obligaba a trabajar en los muros. Por ello Hamilton lograba un pequeño colchón que no se molestaba en ampliar, por si un Safetty lo neutralizaba. Además Rosberg penaba por el circuito, y es que a su monoplaza no le funcionaba el motor eléctrico, ni el DRS. En la primera parada montarían un nuevo volante, que tampoco engranaría las marchas, por lo que decidían abandonar.

Partida de ajedrez

En un circuito donde adelantar es muy complicado, y el calor es un grave problema, no sirve de nada rodar pegado al rival. Casi todos los equipos preferían rodar dejando distancia para refrigerar los monoplazas y apostarlo todo al pit. Todo el mundo apostaba a tres paradas, teniendo en cuenta que las ruedas blandas solo duraban 12 vueltas, y las duras perdían dos segundos por vuelta, había que desenredar el ovillo. En la primera parada los equipos no arriesgaban y los pilotos de cabeza paraban en la misma vuelta. Destacaba Ferrari, que con un cambio fulgurante, recortaban un segundo a Vettel en el pit, dejando a Alonso a 2,7.

En el segundo stint Alonso se lanza a la caza de Vettel hasta que en Ferrari, por una vez en la vida, deciden hacer algo diferente, adelantando la parada de Fernando. Gracias a ello Alonso sale segundo de boxes, por delante de Vettel, que para contrarrestar la jugada decide montar duras. Por si el sueño era pequeño, una lenta parada de Hamilton en boxes le dejaba con una ventaja de sólo cuatro segundos sobre el asturiano. Un asturiano empeñado alimentar el sueño a golpe de vueltas rápidas, para inquietar a Hamilton, que no nos engañemos conducía con un codo en la “ventanilla”.

 Giro inesperado

En la vuelta 30, con las cartas boca arriba, había dos estrategias muy claras, por un lado Alonso y Hamilton con blandas lanzados a lograr ventaja, y tras ellos los Red Bull aguantando con las duras, en espera de un último stint volador con blandas.

Pero todo cambiaba tras un toque entre Sutil y Pérez que dejaba el alerón del mexicano hecho añicos en medio de la pista, y el Safety en pista. En ese momento Ferrari decide meter a Alonso para montar las duras y llegar al final, mientras que los Red Bull, ya con duras, se mantienen en pista superándolo. Mercedes, que vive en otra realidad, decidía dejar a Hamilton en pista, pese a la estupefacción del inglés que pedía contínuas explicaciones por la radio. Sorprendía Kevin Magnussen levantando los brazos para “refrescarse”, y es que el cockpit del Mclaren padecía problemas de sobrecalentamiento, que provocarían que el piloto tuviese que ser tratado de quemaduras en la espalda tras la carrera.

La maniobra del Safety se hace excesivamente larga, con 8 vueltas en pista, mientras los comisarios intentan despejar los trozos de fibra del circuito. Operación que habría que observar con atención, y es que los comisarios retiraban los restos uno a uno con las manos, los comerciales de escobas deberían visitar Singapur.

Debido a la lentitud del proceso, la carrera superaría el límite máximo de dos horas, por lo que no se disputarían todas las vueltas previstas. Debido a ello Red Bull empezaba a plantear la opción de no parar más, frustrando las opciones de Alonso, y poniendo a Hamilton en un compromiso. Desde el box de Mercedes espoleaban al inglés para que sacase todo el potencial del monoplaza, se pusiese “on fire”, aplicase el “hammer time”, o que directamente volase.  El enfado de Hamilton era palpable, pidiendo cada vez más explicaciones de por qué no lo habían parado en la salida del Safety.

Nervios de acero

En la vuelta 38 direción de carrera decidía que era el momento de que Maylander dejase de ser protagonista, metiendo el Safety en boxes. Con las cartas repartidas, los pilotos jugaban sus bazas, Alonso trataba de mantenerse pegado a los Red Bull esperando un desfallecimiento de sus ruedas o una cada vez más improbable parada en boxes. Por su parte Hamilton, con unas ruedas que ya tenían 6 vueltas de carrera y 8 tras el safety (solían durar de 12 a 14), sacaba todo el poderío del Mercedes plantándole 3 segundos a Vettel en la primera vuelta.

En la vuelta 52 Hamilton entraba a boxes, con una renta de 25 segundos sobre Vettel en 14 vueltas, y tras rodar 28 vueltas con las blandas. La renta sería insuficiente, por lo que retornaría a pista en segunda plaza tras el alemán, al que adelantaría sin problemas dos vueltas después. Tras ellos Alonso trataba de pegarse a Ricciardo, que exprimía al máximo sus destrozados neumáticos. En las últimas vueltas enlazarían con Vettel, sin ser capaces de tratar de superarse, llegarían a meta manteniendo las posiciones.

Secuelas de Singapur

Y es que da la impresión de que las carreras casi nunca se acaban con la bandera a cuadros. Por un lado llamaba la atención el rapapolvos de Red Bull a Vettel para que se mantuviese en pista hasta el final, mientras alegaba que dudaba que los neumáticos aguantasen. La frase de su ingeniero fue de esas que marcan el final de una relación: “el resto de pilotos lo está haciendo, ¿no eres capaz?” En unas semanas en las que no deja de hablarse de una salida de Vettel, parece que el idilio en Red Bull empieza a resquebrajarse.

Por su parte Rosberg mira el futuro con preocupación, tras la avería de hoy ha visto esfumarse su ventaja de 22 puntos, para estar a 3 de Hamilton. Además la estadística no le favorece, Hamilton con 3 abandonos ha ganado 7 carreras por cuatro del alemán y 2 abandonos. Si se cumple la teoría de la “igualdad”, es posible que aún tenga que sumar otro cero y ver como se le escapa el título.

Lo de Ferrari es para hacer un profundo psicoanálisis, tras el fiasco de Monza se desató un terremoto que acabó con Montezemolo. A partir de ahí el siguiente objetivo de la rumorología ha sido el futuro de Alonso, hasta el extremo de provocar unas explosivas declaraciones del piloto el pasado jueves, negando todas las filtraciones. En un fin de semana donde el rendimiento ha sido óptimo y donde el podium ha sido frustrado por el Safety car, se esperaba que las aguas bajasen tranquilas. Sin embargo continúan los rumores y filtraciones de todo tipo, incluso unas supuestas declaraciones de Matiacci afirmando que Alonso, con contrato hasta 2016, era piloto para 2015 “por ahora”.  Dentro de 15 días el mundial viaja a Suzuka, circuito propiedad de Honda, fabricante que volverá a la Fórmula 1 motorizando a Mclaren y que quiere a Alonso a toda costa. Hagan juego señores…

Clasificación del Gran Premio de Singapur
1º Louis Hamilton (Mercedes)
2º Daniel Ricciardo (Red Bull)
3º Sebastian Vettel (Red Bull)
4º Fernando Alonso (Ferrari)
5º Felipe Massa (Williams)
6º Jean Eric Vergne (Toro Rosso)
7º Sergio Pérez (Force India)
8º Kimi Raikkonen (Ferrari)
9º Nico Hulkemberg (Force India)
10º Kevin Magussen (Mclaren)
11º Valtteri Bottas (Williams)
12º Pastor Maldonado (Lotus)
13º Romain Gosjean (Lotus)
14º Daiil Kvyat (Toro Rosso)
15º Marcus Ericsson (Caterham)
16º Jules Bianchi (Marussia)
17º Max Chilton (Marussia)

 

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