Abe: una inusual cinta en Netflix que combina comida con religión
El filme de 2019 es dirigido por Fernando Grostein Andrade y protagonizado por Noah Schnapp y el cantante Seu Jorge.
Recién han pasado las cenas de Navidad y Año Nuevo, un momento que a veces es tenso debido a las pláticas de política y religión entre familiares, algo que es retratado a la perfección en Abe, una cinta de 2019 protagonizada por Noah Schnapp, actor mejor conocido como Will Byers (Stranger Things).
¿De qué trata Abe?
En este filme juvenil, disponible en Netflix, Noah interpreta a Abraham, Abe de cariño, un pre-adolescente cuya madre es judía y su padre es de palestina, lo que ocasiona constantes roces entre sus familiares, y que intentan obligar al chico a elegir una sola de las religiones, algo que él no desea hacer ya que disfruta de ambas uniones con su familia.
En medio del caos familiar, Abe continúa explorando su pasión y destreza culinaria, lo que le lleva a conocer a Chico, un chef brasileño que es reconocido por su capacidad para combinar distintos estilos culinarios, así como sabores inusuales, lo que le sirve al protagonista como guía para poder unir las dos culturas de su vida.
¿Es Abe una buena película?
Esta es una historia ligeramente engañosa, ya que en un inicio parece ser de índole infantil, sin embargo conforme avanza la cinta su drama evoluciona a la par, mostrando discusiones familiares que se sienten realistas y que son acompañadas por las complejidades de dos religiones que históricamente están en disputa por el territorio de sus naciones.
Las actuaciones en general son decentes, y Noah Schnapp demuestra que es un actor de grandes capacidades, pasando de momentos de felicidad a otros de frustración, mientras que Seu Jorge se desempeña de gran manera como un soporte para el protagonista, aunque sus escenas son relativamente escasas si se tiene en cuenta que es el coprotagonista de la historia.
Así mismo, entre los aspectos no tan positivos, hay escenas que se sienten forzadas, así como situaciones exageradas sobre el uso e interacción en las redes sociodigitales, lo que le resta peso a las escenas del clímax, y que reflejan un desenlace un tanto torpe.
