Turismo Fluvial

Crucero fluvial. / Pixabay
Crucero fluvial. / Pixabay

En estos tiempos es una forma más de salida sin riesgos, controlando en todo momento todas las circunstancias del viaje, horarios, paradas, comida también en función del tipo de embarcación que llevemos.

Paradógicamente en estos tiempos de la Covid-19, hay dos opciones que se están llevando la palma en este verano. Las casas rurales y la náutica. Dentro de esta última hay muchas fórmulas para su práctica, entre ellas, la posibilidad de los viajes.

La Licencia de navegación para cruceros fluviales es una alternativa que doy a mis alumnos, de forma que sea una nueva forma de turismo. En nuestro país es cierto que no tenemos ríos navegables, exceptuando el Guadalquivir y el Tajo en la zona portuguesa, pero en el resto de países de Europa, podemos encontrar países como Francia, Alemania, Holanda y demás que pueden ser visitados de una forma diferente.

El hecho de poder disfrutar de algo que a los navegantes nos complace y a aquellos que todavía no lo son, puede ser un descubrimiento, es una posibilidad real y segura de hacer turismo de forma diferente. Más individual, más “aventurero”, bien en familia, y aunque hay en el mercado alternativas y económicas - ya que el hotel va con nosotros – se abren muchas posibilidades con el turismo fluvial, ya que los destinos pueden ser de mayor o menor distancia.

Eso sí hay que saber elegir, ya que debemos de ver las empresas arrendadoras, internet para ello es un socio útil, por los comentarios que haya de sus cruceros, posibilidades de excursiones en destino una vez atracados en una población determinada, ya que nuestros tripulantes, generalmente familia y amigos, pueden tener deseos diferentes y no por ello excluyentes, con lo que el intercalar nuestros gustos con los de los demás, puede hacer que nuestros deseos se cumplan, bien planteado.

La Licencia de Navegación es un título deportivo oficial, para la navegación siempre diurna y hasta 6 metros de eslora. Es cierto que algunas empresas no solicitan la titulación en Europa para la navegación fluvial, bien por el tipo de motorización, bien por los recorridos que están predeterminados y sin posibilidad de pérdida, por las leyes del país en cuestión, o más causas.

Pero en definitiva es una forma de viaje para toda la familia, asequible y variada. No sujeta a mareas, olas, mal tiempo en definitiva. Viajes interiores que ofrecen las pequeñas poblaciones lindantes a los ríos o canales, que en muchos casos es lo que son, atravesando incluso acueductos construidos para el paso del agua o para la navegación. Si el usuario no dispone de tiempo, paciencia o imaginación puede recurrirse a la tradicional agencia de viajes que puede organizar todo lo necesario para el tiempo determinado de vacaciones que deseemos. En estos tiempos es una forma más de salida sin riesgos, controlando en todo momento todas las circunstancias del viaje, horarios, paradas, comida también en función del tipo de embarcación que llevemos.

Otra alternativa son las actividades acuáticas en pantanos, no únicamente de motor, sino vela deportiva, posibilidad de cursos prácticos de corta duración para vela ligera, motor, motos acuáticas, bien en nuestro país o fuera de él. Eso sí, si la práctica va a ser motor dentro de pantano, siempre consultar antes el lugar en cuestión, ya que puede ser, como pasa en la mayoría que es agua de consumo humano, que no haya autorización para la navegación. Siempre en los campings o ayuntamientos de la zona, pueden ofrecer este tipo de información, así como el material necesario para la práctica y sus diferentes alternativas. Por una navegación segura. @mundiario

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