Rota, entre extensas playas y formaciones de dunas

A nueve metros sobre el mar, con dieciséis kilómetros de litoral se encuentra la población marinera de Rota, entre extensas playas y formaciones de dunas. Linda al norte con Sanlúcar de Barrameda, al sur con el Océano Atlántico, al Este con el Puerto de Santa María y al Oeste con Chipiona. Cuna del barco botellista D. Joaquín Bejarano, donde tiene su museo y conocida por su base naval americana. Está cercana de otras poblaciones de interés como Jerez de la Frontera, Chiclana, Sanlúcar de Barrameda, Puerto de Santa María, Puerto Real, San Fernando, la propia capital de Cádiz.
Hay vestigios de la prehistoria en sus tierras y su historia se ha enriquecido por el paso de civilizaciones desde la prehistoria. Marinera y campesina, se le conoció por "Astaroth", que significaba "Puerto de Asta", siendo uno de los enclaves más importantes de la civilización Tartésica. Por ella pasaron Sancho IV “El Bravo”, Alonso Pérez de Guzmán el Bueno, los Reyes Católicos y muchos otros personajes que dejaron su huella en los caminos de esta población.
Pasear por su centro muestra el carácter abierto de sus habitantes, así como ese aire marinero que desprenden todas sus calles, aunque cerradas para su defensa, dejan pasar la brisa del océano.
Rota. / RR SS
Tiene monumentos, como el asentamiento Castillo de Luna del siglo XIII, restaurado en 1999, desde el que se puede divisar todo el puerto pesquero y deportivo, que da a las aguas del Atlántico. La Iglesia de la O, la Capilla de San Roque y de la Caridad, la Torre de la Merced y toda su población amurallada, que seguro hacen las delicias de los fotógrafos aficionados y no tan aficionados, para ellos un detalle, pasear ya entrada la noche por la zona del castillo, es céntrica y bien iluminada, pero que genera un ambiente antiguo, de otros tiempos, que seguro que impresionará al visitante. De paso por si no logra ambientarse, recomendamos un fino de Sanlúcar, tan cercano en algunas de sus tabernas cercanas, que conservan fotografías y recuerdos de tiempos pasados que llaman la atención.
Conocida también por sus Carnavales, que como en toda Cádiz son singulares y que hacen vivir en sus calles un ambiente muy especial, y logran en las noches un espectáculo en sus calles, donde se concentran las murgas y chirigotas haciendo las delicias de los transeúntes. Terminando esos carnavales se disputa el Open Costa Ballena de modelismo eléctrico, que lleva varias ediciones y ha servido como base para las carreras de esta modalidad de los Campeonatos de Andalucía y España, que cada vez convoca una mayor participación. El Club de Lanchas Andaluzas tiene una de sus sedes en esta zona, de forma que aquellos que estén interesados en mayor información pueden dirigirse a su web para entrenar, comprar o simplemente, conocer el radio control náutico en esta zona.
Dejando el coche en la zona del puerto, pueden pasear directamente por el centro del pueblo que se encuentra dentro de la zona amurallada, fácilmente se puede percibir otra curiosidad para todo aquel que le guste el mar, en este caso el océano, es observar las subidas y bajadas de las mareas, que se pueden distinguir en los muros de atraque del mismo puerto. Sólo una cosa más, si visitan esta villa no dejen de probar cualquier variedad de los pescados, pero uno en concreto resalta: la Urta a la Roteña, se sorprenderán.
Y si conocen a alguien que los guíe visitar los corrales de Rota, una formación artificial hecha por el hombre para la pesca, que en nuestros días se continúan utilizando por los pescadores, aprovechando las mareas para la captura de los peces que quedan entre “4 paredes” a la hora de la bajamar. Estos “corrales” se escuchan con oleaje desde lejos cuando se navegan por sus aguas, ya que las olas rompen en ellos, con una gran longitud lineal desde la costa, pulverizan agua que navegando del oeste hacia el este impiden la visibilidad de Cádiz en el horizonte.
Y no se olviden de visitar a su Patrona la Virgen del Rosario, la Capilla de San Roque y la Capilla de la Caridad. @mundiario