Fuerteventura, ese tesoro de salud y nobleza

Las aguas cristalinas de Fuerteventura. / Mario Ceccherini. / Pixabay
Las aguas cristalinas de Fuerteventura. / Mario Ceccherini. / Pixabay

Días largos y soleados marcan el ritmo relajante a la vez que salvaje de esta isla canaria, Reserva de la Biosfera, que ha dejado inolvidables recuerdos al visitante a lo largo de los años.

Fuerteventura, ese tesoro de salud y nobleza

Era 1924 cuando Miguel de Unamuno, deportado a Fuerteventura por el Directorio Militar y posteriormente indultado, viajó a París y desde allí, un año después, escribió De Fuerteventura a París, libro en el que quedó retratado lo siguiente:

¡Ay, mi querido amigo, cuanto viva mi alma y en la forma que viviere, vivirá en ella, hecha hueso espiritual o roca espiritual de sus huesos o sus rocas espirituales, esa bendita isla rocosa de Fuerteventura donde he vivido con ustedes, los nobles majoreros […] Les prometí a ustedes también escribir el relato de mi cautividad en esa bendita isla y hablar de ella, de ese tesoro de salud y nobleza.

Con el pasar de los años, Fuerteventura no ha perdido ni un ápice de esa belleza y riqueza natural que mencionaba el escritor, tanto es así que en 2009 la UNESCO declaró a toda la isla Reserva de la Biosfera. Esto significa que se trata de una zona ecológicamente representativa de valor único. En España se tiene la suerte de contar con 52, una de ellas todo el conjunto de Fuerteventura, la isla canaria más cercana al continente africano para la cual la guía de Barceló Experiences tiene un amplio abanico de actividades preparadas por los viajeros que quieran disfrutar de días largos y soleados.

Qué ver en Fuerteventura

Quizá Unamuno no sabía, cuando escribió que la isla era un tesoro de salud, que pasar tiempo a la orilla del mar tiene la ventaja de estar expuestos a iones negativos los cuales, según estudios ya elaborados, mejoran el humor puesto que incrementan los niveles de serotonina en el cuerpo, concretamente en el cerebro, siendo el neurotransmisor de la serotonina el encargado de regular el estado de animo de las personas.

El Parque Natural de Jandía, ubicado en la punta sur de la isla, es el paraje más virginal de Fuerteventura. Sin a penas carreteras, este territorio de 200 km cuadrados contiene desierto, playas, arenales y lagunas que dejan sin respiración al visitante. Muy probable, jamás se haya visto algo igual.

Puerto del Rosario es la capital de Fuerteventura desde 1860 y la zona ideal para degustar la gastronomía de la isla, pasear por las playas que hay a su alrededor o hacer turismo cultural para descubrir el arte de la isla, la importancia de la extracción de cal en la actividad económica la de Fuerteventura con la visita a los hornos de cal, la vida tradicional majorera o sus construcciones principales como la Iglesias de Nuestra Señora del Rosario, declarada Bien de Interés Cultural.

Dunas de Corralejo. / iciokka. / Pixabay

Dunas de Corralejo. / iciokka. / Pixabay

Las dunas de Corralejo suponen volver a perderse con gusto por la exuberante naturaleza majorera. En esta ocasión, el contraste de las arenas blancas en choque con el azul del mar hace vibrar la vista.

La Playa de Cofete es una playa salvaje de 12 kilómetros situada al norte de la península de Jandía. Los fanáticos del windsurf o el kitesurf lo tienen muy fácil para disfrutar de su deporte ya que el mar suele estar bravío y la práctica ausencia de desarrollo urbano confiere a la zona una absoluta sensación de libertad. Recorrer la zona en 4x4 es una de las actividades recomendables y obligatorias ya que para llegar a este paraíso en la tierra hay que acceder a través de pistas forestales. 

Hay cientos de actividades que se pueden realizar en Fuerteventura, incluso en tiempo de coronavirus, y gracias a sus días largos de sol junto a paisajes únicos en el mundo, la experiencia del viaje y la estancia será reconfortante y placentera. @mundiario

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