Las Fragas do Eume, un lugar que llena de magia los sentidos del visitante

Fragas do Eume. / Turismo de Galicia
Fragas do Eume. / Turismo de Galicia

Cuenta con infinidad de rutas que permiten conocer todos sus recovecos, sorteando el río bajo carballos, castaños, abedules y alisos.

Las Fragas do Eume, un lugar que llena de magia los sentidos del visitante

El gran bosque atlántico de Galicia, las Fragas do Eume, esconde en sus entrañas árboles maravillosos, musgos y líquenes, fauna salvaje, molinos que con los susurros constantes del agua llenan de magia los sentidos del visitante. En medio del bosque, surge la figura del antiguo Monasterio de Caaveiro. Entre estos muros vivieron los monjes, oraron y trabajaron las tierras en perfecta armonía con la naturaleza.

Hoy día las Fragas do Eume ofrecen una red de senderos que facilitan el viaje hacia el corazón del bosque. El Parque Natural das Fragas do Eume cuenta con infinidad de rutas que permiten conocer todos sus recovecos, sorteando el río bajo carballos, castaños, abedules y alisos que conviven con gigantes helechos del Tercierio.

Es uno de los bosques atlánticos de ribera mejor conservados de Europa. Dentro de sus 9.000 hectáreas de extensión viven menos de 500 personas, lo que da una idea del estado virgen de estos exuberantes bosques que siguen el curso del río Eume. El parque tiene la forma de un triángulo cuyos vértices y fronteras serían As Pontes, Pontedeume y Monfero.  

El Parque tiene establecidos cuatro portales de acceso, sin comunicación entre ellos. El más visitado es el que fija como destino el monasterio de Caaveiro. Las laderas inclinadas sólo permiten esta entrada siguiendo el curso del río a través del coto pesquero de Ombre, a diez kilómetros de Pontedeume. Desde el refugio de pescadores de Cal Grande parten los itinerarios a través del bosque.

En la temporada de verano el paso con vehículos está restringido, pero existe transporte colectivo hasta cerca del monasterio. En este punto, pie en tierra, comienza la subida de unos quince minutos hasta el cenobio benedictino de San Xoán de Caaveiro. La senda puede continuarse en una breve bajada hasta el rumor del Sesín, que desagua en el Eume un poco más abajo del monasterio. El mismo Sesín puede ser abordado aguas arriba por otro itinerario diferente a éste. Desde la carretera de Cabanas a As Pontes de García Rodríguez, tomando el desvío en As Neves que conduce a Gunxel con los molinos del Sesín y luego continúa hacia la antigua central hidroeléctrica de Ventureira. La pista se estrecha a partir de aquí en las numerosas curvas de las laderas arboladas de este itinerario que enlaza, en la orilla izquierda con la carretera de Rebordelo (Monfero).

En los altos de la Serra da Loba, entre Monfero y Xermade, encontramos el Parque Eólico Experimental Sotavento dedicado a la divulgación de las energías renovables, con todo tipo de actividades, visitas guiadas y cesión de bicicletas. @mundiario

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