Cuatro consejos para pasar el tiempo en vuelos transatlánticos

Los vuelos en avión, especialmente en los que se va de un continente a otro, tienden a ser extremadamente tediosos. No obstante, hay algunas formas de lograr que ese tedio disminuya en la medida de lo posible. A continuación, cuatro cosas para hacer durante uno de esos viajes interminables:

1. Caminar entre los pasillos

Este es un hábito recurrente, especialmente entre señoras de edad avanzada. Puede que a algunos pasajeros les resulte molesto, pero es que en ciertos vuelos lo que menos importa es lo que dirán los demás. Eso sí, tampoco se trata de vivir molestando a todos, simplemente de no prestar atención a lo que digan, que la mayoría de pasajeros jamás se volverán a ver en cuanto hayan llegado a su destino, pero igual es recomendable apartar asiento en la butaca del pasillo.

2. Hacer crucigramas

Otra actividad que parece dedicada solo a personas de edad avanzada, pero otra vez, aquí todo suma. Por ello, es recomendable incluso comprar uno de aquellos libros que tienen páginas enteras de estos acertijos. Esto aparte de entretener y ayudar a pasar el rato, también mantienen al cerebro ocupado, lo cual ayuda si se va en un viaje por una situación determinada de emergencia.

3. Adivinar conversaciones de los demás

A veces sucede que vemos a dos personas platicando entre sí y por sus gestos nos gustaría saber de qué va la charla. Pues este ejercicio sirve para entretenerse también. Basta con encontrar a dos o más pasajeros que estén hablando entre sí en un idioma desconocido y dejar que la imaginación produzca una conversación nueva. Eso sí, no hay que ir a entrometerse tampoco porque eso es mal visto en casi cualquier cultura. Solo hay que quedarse en la butaca y a la distancia dejar que la mente se divierta.

4. Buscar una serie en la pantalla del avión

En lugar de ver una sola película, es mejor buscar una serie con un par de capítulos. Eso ayuda porque una película puede durar dos o tres horas como mucho y luego de eso se pierde la emoción. Una serie, en cambio, puede tener más episodios y si logra mantener el suspenso en la persona, se puede disfrutar de una maratón de capítulos. Así, el tiempo pasará volando y la emoción se mantendrá durante más tiempo que con una película. @mundiario