Sin camareros para la primavera
Todo el sector de la restauración es consciente de que hay una falta grave de personal y es ésta una de las grandes preocupaciones del empresario hostelero en estos momentos.
Si se van cumpliendo los buenos pronósticos de cara a la próxima primavera en España, se prevé que el turismo aumente las cifras de ocupación y gasto medio por turista en nuestro país.Todo esto contando que el coronavirus no nos de otro susto y que Putin se esté quietecito. Un turismo tanto nacional como “de fuera” que busca sol y playa, pero también cultura y turismo rural.
Acercándose de manera inminente la Semana Santa, la Administración Central, no cesan en decirnos que se espera una primavera en donde las costumbres se recuperaran de una forma que rozará la “casi total normalidad”, y esto hará un efecto llamada al turismo en general. Esto está dando alas (y alegría) a los empresarios españoles, como es lógico.
El problema es que a la hora de buscar personal para poder abarcar ésta bonanza económica (que buena falta les hace), no encuentran gente dispuesta a trabajar en el sector de la hostelería. Hablamos de personal de cocina, camarero de barra, cortador de jamón,…
En otro artículo mío, hablé sobre los camareros que se pasaban el sector de la construcción (camareros al andamio), normalmente por razones de horario y salario. Nos encontramos actualmente en un momento complejo y cuanto menos complicado.
No tenemos suficientes escuelas de hostelería (ni la Administración Central se está volcando en ello), y el personal que entra a trabajar en bares y restaurantes suele faltarles formación básica. Son chavales/as que optan por un trabajo temporal, de paso, y casi nunca de personas que se quieran profesionalizar en el mundo de la hostelería (menospreciado y denostado en demasía últimamente).
Quizás habría que realizar un encuentro a nivel de patronales y de sindicatos e ir llegando acuerdos consensuados, está claro que algo falla, hay paro, lo sabemos, pero no hay personal de cocina ni camareros. Y desde luego quien lo está sufriendo y padeciendo sus consecuencias son los empresarios hosteleros, que se ve sin personal cualificado y sin opciones de búsqueda ni cantera donde elegir, ni camareros ni personal de cocina.
No se puede contar con personal joven inexperto y eventual (muchas veces en sus vacaciones estudiantiles), tampoco con personal de terceros países que llegan sin a veces dominar nuestro idioma o costumbres, para puestos fijos en bares y restaurantes que funcionan y necesitan personal estable.
Si se contrata a personal inexperto o no cualificado, el empresario sabe que no dará un servicio de calidad y eso se nota y lo perciben los clientes, en detrimento de la fidelización de éstos. No es raro que oigamos que en tal o cual restaurante la comida es excelente, pero el servicio, deja mucho que desear o simplemente es nefasto y nos aseguran que no volverán a ir. A veces un buen servicio, es mas valorado que una buena comida.
Está claro que los españolitos/as no quieren trabajar en hostelería, ni en el campo, ni en granjas, ni salir a faenar al mar, ni limpiar casas, ni cuidar de ancianos… el empresario hostelero tendrá que “tirar” de manos extranjeras como ya se está haciendo en otros sectores.
Y no pasa nada, el tema está en que al menos tengan una formación básica, cosa que no ocurre, por no tener centros de formación en la cantidad que necesitamos. Lástima que haya lista de paro en España, y lástima que el Gobierno Central se dedique a subvencionar y dar ayudas sin ton ni son a asociaciones y grupos de personas capaces de desempeñar todas estas tareas. Al final los que pagamos a los subvencionados/as que viven del Estado, son todos los que están dados de alta en la Seguridad Social, entre otros, todos los empresarios hosteleros. @mundiario