Despropósitos al uso habitual

PAPA
El Papa.

Las ¿educadoras? -¡ay socorro!- les ilustrísimes Yera Moreno y Melany Penna (que hace honor a su apellido, si sustraemos una ene) quieren, exigen, atajar la discriminación sexual desde la base: la educación. Con un par (ya no sé que par de gónadas escribir).

Despropósitos al uso habitual

No puedo salir de mi arrobamiento. ¿De dónde habré sacado tan paupérrima educación y mis más misérrimos ‘principios y valores’? Seguro que no los tengo ni los unos ni los otros Y yo sin saberlo.

Al principio de mis años, fui a colegio de monjas, cierto; pero después, cuando ya conseguí convencer a mamá que eso de llevar pantalón corto todas las estaciones tenía que acabar, me hice de un instituto laico. INEM se le llamaba. Ahora no sé cómo tendrán a bien denominarlo.

No pego en esta cantidad de despropósitos al uso habitual  con que -sí o también- me topo todos los días. Salga el sol por Antequera o por los cerros de Úbeda. Por más que me empeñe, que no suelo hacerlo.

Esta misma mañana, en mi recreo habitual de media hora de bocadillo -yo café solo, corto - me busco los periódicos que andan por ahí  desparramados en el San Patrick y me leo -como ritual es en mi- la columna de Ussía (Alfonso). “Más malísimo que malo” o algo parecido lo ha titulado. Me divierte a veces Ussía (Alfonso). Por su ironía con la que , a veces, me identifico. El artículo citado, no me importaría haberlo firmado yo, con rubrica incluida. Otros artículos de su autoría me aburren soberanamente, la verdad; sobre todo cuando escribe de aristocracias, boatos, lucros y playas donostiarras donde jugar un perfecto tenis con raquetas importadas. Pero , vaya, este me ha gustado. Yo, según el autor, debo ser “pésimo” siguiendo sus premisas. Es recomendable su lectura, francamente.

Pero no se queda ahí la cosa. ¡Qué va! Leo otro, de no sé quién, que no es un artículo de opinión en si mismo: es una crónica. O una noticia. O, yo qué sé. Se titula “Recreo sin fútbol y baños unisex: la propuesta de CC.OO. Par una escuela feminista”. Aparece en “elcomercio.es”. Y me lo estoy releyendo porque todavía no doy crédito a la lectura, esperando que sea otra noticia falsa que tan en boga estan (‘Fake news’, en inglés...que mola más por ,lo visto. El castellano y una boñiga de dinosaurio estan a punto de convertirse en sinónimos.

Las ¿educadoras?- ¡ay socorro!- les ilustrísimes Yera Moreno y Melany Penna (que hace honor a su apellido, si sustraemos una ene) quieren, exigen, atajar la discriminación sexual desde la base: la educación. Con un par (ya no sé que par de gónadas escribir).

Según el periódico, lo primero que pretenden es que no se juegue al fútbol en el recreo. Y que los aseos sean utilizados por los niños, las niñas y el ‘ay-ay-ay’, sin poner esos muñequitos, ni esas letras, ni esos iconos que no hay quien entienda (cuántas veces me habré colado en el de señoras por culpa de esos dibujitos de diseño que ponen en los baretos más guays). Todos y todas, a mear y defecar en el  mismo sitio (lo que no dice la noticia es si deben hacerlo al mismo tiempo o con un tiempo prudencial entre chorro y zurullo). No sé, pero si de eso trata el feminismo, yo me borro definitivamente. ¡Por dios qué vergüenza!

Lo más chocarrón, - sin detrimento de las anteriores exigencias- es que se debe decir “TODES” a fin de unificar a masculinos, femeninos y demás remanguillés. “TODES” en lugar de “TODOS”, que consideran un magnífico ejemplo de término neutro no sexista.

¡Con dos de lo que sea!

Yo les voy a proponer que sería casi mejor “TODUS”.

Total, puestos a cambiar vocales, me recuerda más a una frase de Juan Pablo II Papa. Que era - más o menos- “Totus tuus ego sum”. Total, cambiamos la ‘a’ y la ‘o’...tan deleznables ‘elles’.

Pero no queda ahí la cosa, no. Ni por asomo. En la asignatura de Literatura, quedan prohibidas las lecturas -entre otros muchos- elementos tan nocivos como Neruda, Pérez-Reverte, Javier Marias...entre otros. Porque son muy machistas y misóginos (se les olvidó poner ‘machistes’ y ‘misoginés’. O quizá no fue olvido, sino ‘consecuencie etiopatogeniqué’ de su morrocotuda ‘cretinez’, (que va a ser eso, oiga).

O sea, como en mis tiempos de mozalbete estudiantil de beca amarilla, cuando pretendíamos leer al propio Neruda, Alberti, Felipe, Brecht, Fallaci, Parra y demás escritores / escritoras judeo-masónicos-comunistas-rojeras. Igual, igual, igual.

Teníamos que leerlos con el ojo izquierdo en las hojas y el derecho en los guripas. Pues igualito. Pero los leíamos. ¡Con un par testicular u ovárico!

Y ahora ¿qué hago yo, mis ilustrísimes y excelentísimes, profesores ( mecaguen, este término no me sale, salvo que ponga ‘u’ como propongo: profesorus) Yera Moreno y Melani Penna (siguiendo sus criterios y exigencias, debería ser Morene y Penne, sus apellidos. Vamos...digo yo; que o jugamos en ‘tode’ o se rompe la ‘baraje’). ¿Voy ipso-facte a la iglesia a confesar tales pecados y lavar mi alma infractore con abundante Perlan?

En mi punto de vista (under my viewpoint, me paso al inglés definitivamente), esta clase de trastades, ya no son desproposites, ni disparates (este me salió bien) ni desatines, ni insensateces (este creo que también me salió ‘correcte’) ni demás calificativos similares.

Es sencillamente una gilipollez. ‘Inmense. gilipollez..’

Son diecinueve puntos los que exigen cambiar las inefables profesorus Morene y Penne. 

No me las ha podido leer. He tenido que ir al aseo a potar. Si estuviere ocupado por femine alguna, que se aguante, que para eso lo proponen.

Con lo del recreo sin fútbol, los aseos unisex y al mogollón, el “todes” ya me he quedado ahíto.

¿A qué se aprueba y se hace?

Tal y como van las cosas, raro sería que me extrañase. Que no “extrañara”, que no son la mismo ya y hemos de cambiar. @mundiario

 

 

 

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