¿Todas las personas deberían tomar vitamina D?

No es secreto que, después de todo, la vitamina D ha sido promocionada casi como un milagro. A eso se le suma el hecho de que los suplementos de vitamina D2 y D3 son de libre comercialización y han sido recomendados para mejorar la inmunidad, el cansancio y la debilidad muscular, el dolor en los huesos y la depresión. Incluso se ha dicho que ayudan a prevenir el cáncer y las consecuencias del envejecimiento.

Sin embargo, el debate sobre todos los adultos que necesitan tomar suplementos de vitamina D es polémico. Un estudio estima que alrededor del 20% de la población en el Reino Unido tiene una profunda deficiencia de vitamina D.

Entonces, ¿cuál es la realidad?

A pesar de su nombre, la vitamina D no es una vitamina. De hecho, es la absorción de calcio en el cuerpo. Lo curioso es que, aparte de algunos alimentos como el pescado graso, la vitamina D es difícil de encontrar en la dieta promedio.

Existen dos tipos principales de vitamina D. La primera es la vitamina D3, que se encuentra en los animales, incluidos los peces. La segunda es la vitamina D2, que proviene de alimentos de origen vegetal, como por ejemplo, los hongos. La D3 es más efectiva y las conclusiones de un metanálisis de 2012 sostienen que la D3 es la opción preferida para usar como suplemento.

Hoy en día, el Departamento de Salud Pública del Reino Unido (PHE) recomienda que cada adulto tome un suplemento de 10 mg. en otoño e invierno. El organismo gubernamental también recomienda que, en riesgo de niveles más bajos de vitamina D, incluidas las personas con piel más oscura, tome un suplemento durante todo el año.

Otros países siguen pautas similares. En Canadá, se recomienda a los adultos que ingieran 15 mg. de vitamina D y que tomen dos porciones de leche fortificada con vitamina D o alternativas de soya todos los días, mientras que la leche de vaca y la margarina deben estar fortificadas con vitamina D por ley. En los Estados Unidos, se aconseja a los adultos que ingieran 15 mg., contando con que gran parte de la leche, los cereales para el desayuno, la margarina, los yogures y el jugo de naranja también estén fortificados.

Esas pautas y esfuerzos de fortificación se produjeron en un intento de combatir el raquitismo a mediados del siglo XX. Sabemos que los niveles bajos de vitamina D reducen los niveles de calcio en el cuerpo, lo que conduce a una disminución de la densidad ósea y puede causar raquitismo, especialmente en bebés y niños.

Por eso sabemos que una baja en vitamina D puede causar debilidad muscular y fatiga. Un nuevo estudio descubrió que un bajo nivel de vitamina D podría causar fatiga, ya que los bajos niveles de las mitocondrias causan estaciones en cada célula del cuerpo, para ser menos eficientes. Los estudios de pacientes con cáncer han encontrado efectos similares. La vitamina D puede ayudar a reforzar y regular el sistema inmunológico eliminando las bacterias.

Por esta razón, todas las personas pueden tomar vitamina D para los distintos síntomas. Lo recomendable en este caso es, por supuesto, consultar a un médico internista de confianza que sea capaz de aconsejarle sobre la ingesta de este suplemento. @mundiario