Ser víctima de bullying en la infancia genera problemas de salud mental

Un estudio publicado por la revista médica JAMA Psychiatry ha revelado que el bullying y los problemas de salud mental tienen una estrecha conexión. El análisis destaca con preocupación como la exposición infantil a la intimidación puede llegar a ser el punto de partida de diversos trastornos mentales como la ansiedad, la depresión, los pensamientos paranoicos y la desorganización cognitiva.

La investigación, desarrollada por Jean-Baptiste Pingault, del Colegio Universitario de Londres, Inglaterra, ha querido dar luz sobre los efectos que el acoso infantil tiene en el ser humano. Para ello, el análisis estuvo basado en una larga evaluación a 11.108 gemelos, los cuales tenían una edad promedio de 11 años cuando se les evaluó por primera vez y alrededor de 16 en el último examen.

Por otra parte, para medir la exposición a la intimidación los autores del estudio utilizaron una escala de victimización por pares auto-informada, tomando a un gemelo como control para el otro. Sumado a todo esto, también se prestó especial atención a las fuentes ambientales y genéticas compartidas con otros posibles factores atenuantes. 

Los resultados indicaron que existe una evidencia estricta de la contribución perjudicial directa de la exposición a la intimidación en la infancia a la salud mental, según ha explicado el autor del informe. “Los hallazgos también sugieren que la exposición de la infancia a la intimidación puede verse en parte como un síntoma de vulnerabilidades preexistentes”, subrayó Pingault.

Pero no todo son malas noticias. El último punto de la investigación destaca que la disipación de los efectos mentales en el tiempo da pie a un significativo potencial de resiliencia en los niños han sido intimidados, es decir que las victimas con el tiempo desarrollan una mejor capacidad para adaptarse positivamente a las situaciones adversa.