Cuatro señales inequívocas de que la atracción de una pareja es de hecho mutua

Pareja de enamorados. / Pexels
Pareja de enamorados.

Sin necesidad de decirlo deliberadamente, hay indicios que dejan ver que las dos partes de una pareja están comprometidos con que las cosas funcionen.

Cuatro señales inequívocas de que la atracción de una pareja es de hecho mutua

Al iniciar una relación siempre existen las dudas en uno o en los dos interesados sobre si la atracción es mutua. Normalmente las personas no tiran de golpe el me gustas, por lo que hay que buscarlo en gestos cotidianos que tienen ambos. A continuación, cuatro claves para descubrir si la atracción es mutua.

1. Comunicación fluida y constante

Salvo los finlandeses, es difícil que alguna pareja de personas comunes se acerque y se guste cada vez más si no se comunique. Así, uno de los primeros puntos para detectar si la atracción es mutua es la comunicación. Si ésta es fluida, es decir que pueden hablar de absolutamente todo durante horas, y constante, que encima de hablar durante horas es casi a diario, lo más probable es que de verdad ambos estén interesados en acercarse y conocerse más puesto que de verdad se gustan y sienten que una conversación con la otra persona les llena.

2. El lenguaje corporal

Es probablemente la forma más evidente. El subconsciente habla a través de gestos y movimientos del cuerpo. Un gesto tan sencillo como que las puntas de los pies de uno apunten al otro significa que se dedican toda su atención. De igual forma, harán los mismos movimientos al hablar, y esa imitación de gestos corporales es una señal de armonía.

3. Buscar tiempo para estar juntos

Hay un viejo refrán de abuelitas que reza: “tiempo perdido, hasta los santos lo lloran”. Efectivamente, el tiempo es algo que no se recupera por más que se busque y se quiera. Así, si una persona está dispuesta a pasar todo el tiempo posible con la otra, lo más probable es que disfrute de verdad su compañía y la considere lo suficientemente importante como para pasar tiempo en esas en lugar de trabajar o estudiar, por ejemplo.

4. Comparten carcajadas

Es difícil reírse a comodidad cuando se está rodeado de gente extraña o en lugares donde alguien no se siente cómodo. Por ejemplo, carcajearse en el nuevo salón de clases es algo raro y muchos lo evitan por vergüenza. Así, si la otra persona no teme reír alto y a todo pulmón, es porque se siente en confianza y en armonía con la persona con que se encuentra. Aparte, bromear y reír juntos estrecha lazos y siempre da lugar a nuevas conversaciones, lo cual a su vez servirá para comprobar la eficacia del punto uno.

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