El seguro en la náutica: lo que debes saber

Barcos de pesca en Caleta de Vélez
Barcos de pesca en Caleta de Vélez. / Enrique Vázquez
En el seguro las embarcaciones no tienen consorcio, pero sí los puertos deportivos.
El seguro en la náutica: lo que debes saber

El mercado de la náutica continúa en ascenso, tanto en el número de empleos que se van creando, aún con la estacionalidad como reto, como en las matriculaciones de los dos últimos años, y comentar como anécdota que los impuestos sobre la matriculación y la ITB (Inspección Técnica de Barcos) se realizan en la Comunidad Europea sólo en España. Teniendo la fabricación vendida en su totalidad de motos acuáticas y cierto tipo de embarcaciones de eslora menores de ocho metros. Estando el mercado de segunda mano más que de moda, aunque las ventas se siguen concentrando de marzo a septiembre.

El efecto covid hizo caer un 43% la matriculación, reponiéndose rápidamente las ventas una vez terminado el confinamiento, ya que el público en general ha descubierto el mar (y algunos pantanos) como expansión y diversión segura para toda la familia en todas sus versiones, buceo, pesca, paseo y mucho más.

Siendo Cataluña y Baleares quienes acaparan el 36% de las embarcaciones que hay en España y gracias a la nueva Licencia de Navegación, de cuatro horas de navegación y dos de teoría, sin examen, la más solicitada ya que solamente las embarcaciones de menos de 6 metros de eslora, copan el 80% de la náutica en España. Siendo la vela en torno al 11 % de las matriculadas.

seguro en la náutica

Y volviendo al seguro para aquellos que deseen una travesía por Grecia, informarle de que este país exige la responsabilidad civil medioambiental para la entrada en sus puertos, por lo que tendremos que tenerlo en cuenta, ya que es uno de los pocos que lo están haciendo.

Y hay dos tipos de cláusulas en el seguro de embarcaciones que deben de tenerse en cuenta las Institute Yacht Clauses y las mal llamadas en nuestro país, las “españolas”.

Las Institute Yacht Clauses son garantías convenientes para aquellos que navegan por otros países, aunque son las más populares, quizás por tradición o por ser las más antiguas en el mercado del seguro.

Hasta la tormenta Gloria el cambio climático no había sido tan determinante para la contratación del seguro, siendo a partir de ahí indispensable asegurar los daños propios, ya que estas tormentas, danas y demás efectos meteorológicos están teniendo mayor periodicidad y cada vez mayor importancia en el mundo de la náutica, puesto que el riesgo no es sólo estar en navegación, sino estando atracado en un puerto pudiendo ser objeto de siniestro por fenómenos meteorológicos.

Las “españolas” que suelen ser frecuentes en las entidades que operan en España, dependiendo del uso que hagamos de nuestra embarcación pueden ser más interesantes, por temas de robo, aparejos, efectos personales, pérdida total y alguna cobertura más. Pero no podemos decir taxativamente cuáles son mejores o peores, por lo que se recomienda que el cliente se ponga en las manos de su agente o corredor habitual, para que sea éste quien le dé en función del uso, valor del barco y demás características, el consejo mejor a la hora de contratación, es otro de los valores añadidos que tiene tener personal para estas gestiones, a pesar de alguna compañía de seguros que en su publicidad intenta empequeñecer o anular a estas figuras, probablemente para tener mejores resultados en sus cuentas a final de año.

Decir que en el seguro las embarcaciones no tienen consorcio pero sí los puertos deportivos, por lo que deberemos de estudiar en caso de siniestro si éstos son responsables del siniestro declarado.

El aseguramiento de la flota de recreo es alto, no teniendo objeto no hacerlo, teniendo en cuenta que el costo de un seguro para embarcaciones menores de 8 metros puede estar en torno a 65€ anuales para un seguro obligatorio y en torno a 100€ para unas garantías “normales”, siendo el todo riesgo el menor de los contratados, ya que se hacen sobre todo para embarcaciones nuevas y durante un corto período de tiempo.

Las motos de agua del mismo modo no son caras, siendo la lista 6ª la más perjudicada por la siniestralidad histórica que arrastra.

Recomendando siempre tener al menos contratados la responsabilidad civil obligatoria y voluntaria con accidentes, tanto para el patrón como para los tripulantes. Pudiendo ampliar a remolcaje o asistencia en función de la entidad aseguradora y así sucesivamente a efectos personales, robo, pérdida total, remoción de restos (que consiste en sacar a flote una embarcación hundida), etc...

Y siempre llevar el material de seguridad a bordo, en función del tipo de embarcación que hablemos, la documentación del barco y titulación del patrón, respetando las normas básicas de la navegación, para no tener problemas en el agua ni con el seguro.

Por una Navegación segura. @mundiario

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