Saltarse el desayuno aumenta el riesgo de sufrir un infarto

Desayuno. Vitónica
Desayuno. / Vitónica

Un estudio ha revelado que no consumir la primera comida del día podría tener efectos fatales en la salud como un paro cardíaco o un infarto cerebral.

Saltarse el desayuno aumenta el riesgo de sufrir un infarto

El desayuno es la comida más importante del día y no consumirla puede ser fatal para la salud. Así lo ha dejado claro un estudio publicado en la revista Journal of the American College of Cardiology (JACC), el cual ha querido dar luz sobre los terribles efectos que saltarse la primera comida puede representar para el ser humano.

La investigación, desarrollada por el Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares Carlos III, ha detallado que un acto tan aparentemente “simple” como desayunar tiene el poder de brindar las suficientes energías para hacer frente a la jornada diaria y además, contribuye en gran medida a tener una vida más saludable.

En el otro extremo, el no detenerse a comer al inicio de la mañana puede aumentar el riesgo de padecer aterosclerosis, una enfermedad que se encarga de depositar las grasas en el interior de las arterias, y que a lo largo puede derivar en un paro cardíaco o un infarto cerebral.

Para llegar a esta conclusión los científicos se basaron en el análisis, a través de un cuestionario, de unos 4 mil voluntarios, con edades comprendidas entre los 40 y 54 años, de los cuales ninguno manifestaba padecer de problemas cardiovasculares. Los participantes fueron sometidos a pruebas de ultrasonido con una nueva tecnología que produce ecografías en 3D, con el propósito de evaluar el depósito de grasas en el interior de las arterias.

Los resultados son contundentes: 57 de cada 100 personas que reportaron que el desayuno era parte de su rutina diaria mostraban algún tipo de aterosclerosis. Mientras que quienes confiesan conformarse con solo una taza de café por las mañanas o no desayunaba del todo, presentaban un mayor índice de aterosclerosis, en concreto el 75 de cada 100 personas.

“Si uno no toma el desayuno, el reloj entra en un caos”, explica Valentín Fuster, principal autor del estudio. “Comes más tarde e ingieres más calorías de las que deberías”, añade, al tiempo que subraya que no se trata tan solo de las horas en las que comemos, sino también de los alimentos que ingerimos. En ese sentido, conviene comenzar el día con energía pero también de forma saludable, apostando a una taza de café con leche, una pieza de fruta o un vaso de zumo.

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