¿Sabías que dormir la siesta reduce el riesgo de sufrir ataques cardíacos?

Una mujer tomando una siesta. / Pexels.
Una mujer tomando una siesta. / Pexels.

Un estudio sugiere que las personas que tienen el hábito de dormir de siestas intermediarias tienen hasta un 48% menos de probabilidades de sufrir un ataque al corazón.

¿Sabías que dormir la siesta reduce el riesgo de sufrir ataques cardíacos?

Sí, has leído bien: dormir una maravillosa siesta durante el día, una o dos veces por semana, puede reducir el riesgo de sufrir ataques cardíacos. Así lo ha dejado claro un estudio firmado por investigadores del Hospital Universitario de Lausana, en Suiza, que sugiere que dicho hábito podría reducir hasta en un 48% las probabilidades de sufrir un ataque al corazón.

Para llegar a esta conclusión, los expertos analizaron a 3.400 personas de entre 35 y 75 años durante un periodo de cinco años. En dicho plazo midieron si los participantes dormían o no la siesta, pero también factores importantes como la duración de dichas siestas, los episodios de infarto o los ataques al corazón que habían sufrido en ese lapso.


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Los resultados de la investigación, publicada en la revista científica Heart, de la British Medical Journal (BMJ), demostraron que los participantes que dormían una reparadora siesta una o dos veces a la semana sufrieron la mitad de ataques al corazón en comparación con quienes no lo hacían.

“La siesta ocasional, una o dos veces por semana, se asoció con una reducción de casi la mitad en el riesgo de ataque/accidente cerebrovascular/insuficiencia cardíaca (48%) en comparación con aquellos que no tomaron siestas en absoluto”, expone el estudio. Por su parte, la doctora Nadine Hausler, autora princioal del estudio, ha destacado que esta tendencia “se mantuvo después de tener en cuenta factores potencialmente influyentes como la edad y la duración del sueño nocturno, así como otros riesgos de enfermedades cardiovasculares, como la presión arterial alta y el colesterol. Y no cambió después de tener en cuenta la somnolencia diurna excesiva, la depresión y dormir regularmente durante al menos seis horas por noche”.

Eso sí: los expertos han dejado claro que no todo son buenas noticias. El estudio también ayudó a descubrir que el hábito de dormir una siesta todos los días o varias veces al día, “solo provocó efectos adversos en personas mayores de 65 años y que sufrían apnea del sueño severa”.

Los autores reconocen que los resultados no son concluyentes y es necesario realizar más estudios al respecto, pero adelantan que una siesta o dos siestas a la semana podría ser la solución a la aterosclerosis,  la acumulación de grasas, colesterol y otras sustancias dentro y sobre las paredes de las arterias (placa) que puede restringir el flujo sanguíneo. @mundiario

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