¡Respétate a ti mismo!

Una mujer se abraza./ Алина Осипова en Pixabay
Una mujer se abraza./ Pixabay.
Respetarse a sí mismo es ejercitar valores y principios que son los sólidos códigos de conducta y ética personal y social que serán los pilares de nuestras actitudes hacia nosotros, el otro y la vida.

Muchas personas aún no tienen la noción exacta del verdadero significado de la palabra respeto, ni de la profundidad y capacidad que tiene este sentimiento para generar sentimientos positivos y constructivos en nuestras vidas. El respeto está directamente relacionado con la mirada de cuidado y consideración que tenemos por nosotros mismos y nuestros semejantes. El respeto es la base de relaciones sólidas y duraderas, generando sentimientos de solidaridad, gratitud y amor, así como actitudes como el cuidado y la empatía. Por lo tanto, es un sentimiento sagrado que debemos nutrir todos los días para internalizarnos. La representación mental a través de experiencias de respeto en nuestra vida es una dinámica que sobre todo debe partir de adentro hacia afuera con un condicionamiento y elaboración constante a través del entrenamiento de habilidades de comportamiento asertivo.

Respetarse a uno mismo está directamente relacionado con la capacidad de ser honesto, respetando nuestros límites, a través de la escucha propia de lo que nos molesta, premisa para tratarnos con cariño, cuidado, dedicación y consideración. Respetarse a sí mismo es ejercitar valores y principios que son los sólidos códigos de conducta y ética personal y social que serán los pilares de nuestras actitudes hacia nosotros, el otro y la vida.

El respeto debe tener ante todo un significado personal y no demostrar a los demás el valor que uno tiene.

No necesitas la aprobación de nadie para amarte y cuidarte, ya que no todos tendrán ojos para ver ni un corazón receptivo para sentir lo que es único en ti. Cuando miramos el tema desde esta perspectiva, el panorama cambia, porque desde esta nueva mirada, vislumbramos la singularidad, la subjetividad y la obra de arte única que somos, haciendo que nuestra postura de autopercepción e imagen de uno mismo cambie. En lugar de esperar que este amor venga de los demás, sé proactivo: date lo que te gustaría recibir de los demás, ya sea emocional o material.

Pregúntese: ¿Podría ser que se esté poniendo en situaciones que no "quiere"? ¿Será que no te estás valorando, priorizándote? Verá, no confunda el orgullo y la vanidad con la autoestima y el amor propio; y es precisamente por eso que ya debes saber que si no te respetas a ti mismo, nadie lo hará. Hay muchas preguntas que deben abordarse para que comprenda cómo se relaciona con los demás y especialmente con usted mismo. Por eso, ámate, respétate, valórate, preserva tu imagen, valores y principios, para ti mismo y no para obtener el aprecio de los demás. Todo lo que venga será solo un complemento de lo que ya está en un estado de plenitud. @mundiario

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