La pornografía en Internet sigue acaparando el 25% de las búsquedas

Mujer y hombre. / Pixabay
Mujer y hombre. / Pixabay

El alto consumo de pornografía puede alterar la estructura y el funcionamiento de nuestro cerebro provocando que surja la adicción. Otro estudio afirma que los hombres que consumen porno son más abiertos en cuanto a la defensa de los derechos de las mujeres.

La pornografía en Internet sigue acaparando el 25% de las búsquedas

El 12% de los sitios web  son pornográficos y en torno al 25% de las búsquedas en Internet son acerca del porno. Una tendencia que cada año sigue liderando EEUU y Reino Unido, los mayores países en consumo de este tipo de producto.

La eterna pregunta siempre es ¿el porno es bueno o malo? Y como muchos de los elementos que existen en nuestra vida, la respuesta suele tender a “dependen de su consumo”. Es decir, el alto consumo de pornografía puede alterar la estructura y el funcionamiento de nuestro cerebro provocando que surja la adicción o el comportamiento adictivo, como así han atestiguado diferentes estudios. “Cuando se libera la dopamina y hay una sensación de placer, el cerebro primitivo envía el mensaje de repetir el comportamiento de la sensación deseada”, explicaba Joe Schrank, especialista en adicciones, en Muy Interesante. Por tanto, es tarea del consumidor poner freno a su consumo de porno del mismo modo que se pone freno al consumo excesivo de alcohol.

Además, se debe añadir que a pesar de que el contenido de los vídeos pornográficos tiene la calificación de no apto para menores de edad, un estudio paneuropeo llevado a cabo en 2010, sugería que un 14% de los menores de 9 a 16 años, habían visto contenidos pornográficos durante el año anterior y, probablemente, estas cifras estén infraestimadas. El potencial peligro en esos tramos de edad es la imagen de normalidad que adquieren ciertos tópicos del porno. Un tema que ya se trato en MUNDIARIO de la mano de la psicóloga Victoria Permuy.

Dicho esto, un reciente y controvertido estudio realizado por el doctor Taylor Kohut, concluía que los hombres que consumen más videos pornográficos son más abiertos en cuanto a la defensa de los derechos de las mujeres y defienden la igualdad de sexos. Es más, la mayor parte de los consumidores de este género demostraron tener actitudes más positivas en cuanto a la integración de las mujeres en el mundo laboral y ocupando cargos de poder, así como una visión más abierta hacia el aborto y los derechos de las féminas. Este estudio han recibido rápidas críticas de investigadores ya que para llegar a esas conclusiones, el doctor Kohut no parece haber medido la frecuencia con la que los participantes en el estudio consumían porno, de tal forma que contabilizaron igualmente las opiniones de aquellos que veían una película X una vez al año y las de consumidores diarios. Y como hemos explicado anteriormente, el cerebro de un alto consumidor de contenido sexual explícito sea comparado con el de una persona con dependencia al alcohol o una persona drogodependiente.

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