¿Por qué el café nos quita el sueño?

Taza de café con el símbolo del amor.
Taza de café con el símbolo del amor.

La cafeína actúa como un pesado portero de discoteca que no quiere dejar "entrar" a las adenosinas; hasta que ella no se vaya, no hay manera de dormir (para bien o para mal).

¿Por qué el café nos quita el sueño?

Cuando estamos muy cansados, tenemos sueño, pero si nos tomamos una taza de café solo, el sueño desaparece, ¿nos da energía el café, o solo nos "despierta"? ¿a través de qué mecanismo se produce este efecto?

Todo está muy bien pensado... Resulta que cualquier cosa que hagamos, bien sean correr, razonar, hablar, mover un brazo, parpadear, respirar, rascarnos, que nuestro corazón lata, etc. consume energía, es decir, se realiza gracias a que tenemos energía en nuestro cuerpo y se la traspasamos a las células encargadas de esos procesos. Somos igual que un coche, que para moverse necesita gasolina ¿o no vamos todas las semanas a llenar el depósito? Pues en nosotros es igual, tenemos que comer todos los días para tener la energía necesaria que será consumida en la miríada de procesos que realizamos.

El caso es que nuestras células, las que hacen esos "trabajos", no "comen" la misma comida que nosotros. Al coche le echamos gasolina, y él consume gasolina; pero nosotros comemos patatas, y nuestras células no consumen patatas. Nuestras células consumen ATP. ¿Y qué es el ATP? Bueno, pues el ATP es una molécula cuyo nombre de pila es Adenosín trifosfato. Simplificando mucho, toda la comida que comemos, azúcar, carne, patatas, brócoli, pollo, arroz, guisantes, pasta, etc. se acaba transformando en ATP. Bueno, lo más correcto sería decir que la energía que tienen esas cosas que comemos, nos la acabamos quedando nosotros almacenándola en forma de ATP, pero tampoco voy a profundizar en eso.

Vale, entonces tenemos montones de ATP para utilizar en todos los procesos vitales del organismo, desde mantener la temperatura corporal, hasta correr los 100 metros lisos en 9,58 segundos, pasando por resolver las ecuaciones de la relatividad general; ¿y qué tiene eso que ver con el café? Pues que el ATP, cuando se utiliza, se "rompe" y se generan fosfatos por un lado, y la molécula adenosina por el otro (esta reacción libera mucha energía, que es precisamente la que se utiliza para la contracción muscular, actividad celular, neurotransmisión, etc.), y en esta adenosina está la clave.

Si realizamos mucha actividad, es decir, si gastamos mucha energía, ¿qué hay que hacer luego? Descansar para reponer fuerzas –sino moriríamos–, entonces, ¿qué se "inventó" la naturaleza para hacer esto de manera óptima?: pues que el residuo del consumo de energía, la adenosina, nos indujese al sueño. Genial, ¿no? En el cerebro existen receptores para la adenosina, y si la adenosina se une a esos receptores, nos entra el sueño. Cuanta más adenosina, más ganas de dormir tenemos –y más profundo será nuestro sueño–. De esta manera, el organismo se asegura que recuperamos fuerzas.

Si no hacemos nada, pues simplemente con respirar, latir de corazón, mantener la temperatura corporal, o pestañear, ya generamos suficiente adenosina para dormir –hay que decir que la adenosina no es la única molécula que nos induce al sueño, sin adenosina también dormimos, pero peor–; y si hacemos muchas cosas, pues generamos montones de adenosinas, y nos entra el sueño antes y además dormimos más profundamente. Por eso cuando hacemos mucho ejercicio, dormimos de maravilla. Mecanismo perfecto, ¿a qué sí?

Pero ¿qué tiene que ver esto con el café? Pues, ¿a que no adivináis a qué molécula se parece mucho la adenosina? Exacto, a la cafeína, que es la molécula que ejerce el efecto "antisueño" del café. Al parecerse tanto, la cafeína se une a los receptores cerebrales de la adenosina, bloqueándolos, con lo que, como el perro del hortelano, ni induce el sueño ni deja que lo induzca la adenosina. Entonces, por muy cansados que estemos, y por mucha adenosina que hayamos producido, la cafeína "okupa" esos receptores y no deja que la adenosina nos duerma, y, por lo tanto, aunque necesitemos dormir mucho, la cafeína nos mantendrá despiertos. Es decir, la cafeína actúa como un pesado portero de discoteca que no quiere dejar "entrar" a las adenosinas; hasta que ella no se vaya, no hay manera de dormir (para bien o para mal).

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Referencias:

Adenosine and sleep. Bjorness TE, Greene RW. Curr Neuropharmacol. 2009 Sep 7(3):238-45. doi: 10.2174/157015909789152182.

> The role of ATP in sleep regulation. Chikahisa S, Séi H. Front Neurol. 2011. Dec 27; 2:87. doi: 10.3389/fneur.2011.00087

> Adenosina y control homeostático del sueño. Acciones en estructuras diana de los circuitos de vigilia y sueño. Marta Carús-Cadavieco, Isabel de Andrés. Rev Neurol 2012; 55 (7): 413-420

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