Pensamientos rumiantes: cuando tu peor enemigo eres tú

Pensamientos rumiantes. / RRSS.
Pensamientos rumiantes. / RRSS.

Esos pensamientos que nos atacan cuando menos lo esperamos y terminan apoderándose de nosotros. Te presentamos algunas claves para contrarrestarlos.

Pensamientos rumiantes: cuando tu peor enemigo eres tú

Todos alguna vez hemos tenido pensamientos rumiantes, incluso sin saber que lo eran. Estrés, ansiedad, preocupación y ansiedad ante situaciones que todavía no han sucedido y, de hecho, no se sabe si sucederán. Suena increíble, pero es cierto. Estos pensamientos son poderosos, pero no para bien: pueden robarnos la paz interior al punto de amargarnos por completo la vida. Ciertamente, pueden convertirse en un verdadero tormento.

Algo pasa...

¿Qué es lo que sucede con estos pensamientos rumiantes? ¿Qué hay detrás de ellos? Veamos, algunas personas le dan muchas vueltas –más de las que deberían– a las cosas que les pasan: desde lo que han dicho y dirán, pasando por los que les ha pasado y lo que aún no, hasta incluso pensar en lo que pudo ser y no fue. Y lo cierto es que, más allá de que a veces pueda ser inevitable pensar en lo malo, adelantarse a los hechos o amargarse por lo que ya pasó, no es nada bueno para salud.

En los casos más radicales, los pensamientos rumiantes alcanzan tal nivel de realismo, que incluso podemos llegar a tomarlos como verdades absolutas o como si realmente nos definieran como persona. Ya decía Joseph Goebbels, político alemán, que una mentira repetida mil veces se convierte en verdad. Y lo cierto es que, en este caso, no son más que eso, pensamientos.

La posible causa

Sería un error generalizar y creer que todas las personas tienen los mismos tipos de pensamientos rumiantes. Nada más lejos de la realidad. Por el contrario, en este caso, cada persona vive –digamos– su propio infierno mental, y esto se relaciona de alguna manera con los miedos, inseguridades, carencias y necesidades que residen en cada una de ellas. Lo cierto es que esos pensamientos que nos atacan cuando menos lo esperamos y terminan apoderándose de nosotros.

¿Es tu caso? ¿Sientes que doblegar la mente es una tarea imposible? Te presentamos algunas claves para contrarrestar los pensamientos rumiantes:

1) Concéntrate en el presente: lo que importa es el ahora. El ayer es historia y el mañana, un misterio ¡no existe! Un buen primer paso es hacer ejercicios de mindfulness, una práctica que nos ayudará a centrarnos en el presente, soltar el apega por el pasado y dejar de angustiarnos en exceso por el futuro.

2) Dedícales tiempo: en lugar de evitar los pensamientos rumiantes, debes confrontarlos. Si tiene que doler, deja que duela, que el dolor llegue y se instale. Permítete sentir las emociones, imagina esos hipotéticos escenarios que tanto te afectan. Si te centras lo suficiente en esas ideas que formulas ne tu mente, muy probablemente llegues a la conclusión de que no vale la pena amargarse por ello. Piensa y repiensa, pero, eso sí, nunca dejes que se apoderen de ti.

3) Tus aficiones, tu refugio: mantener la mente ocupada es una de las mejores maneras de silenciar un pensamiento rumiante, y más aún si eso que hacemos es algo que nos apasiona: ¡pasatiempos! En cambio, si nos quedamos encerrados en nuestras casos dándole vueltas y vueltas a escenarios ficticios, que no hacen más que impedirnos disfrutar de la vida, estaremos retrocediendo. @mundiario

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