Pavlova La Pastelería, un rincón dulce en Santander
Cuando buscamos un lugar para disfrutar de un plato de comida o algún manjar que deleite nuestro paladar muchos suelen fijarse no solo en la presentación del alimento, sino también el ambiente en donde vas a comer y es que, sin duda, cuando queremos un postre el lugar perfecto sería aquel en donde se pueda sentir la pasión y brille la creatividad en cada producto.
Existen muchos locales en donde se puede comer un cupcake, una tarta o un pan dulce, pero son pocos los que utilizan ingrediente de total calidad, le ponen amor y un poco más de esmero a cada servicio, además que sin duda no todos los lugares logran concentrar y realzar el sabor de cada componente en un bocado y eso es lo que logra Pavlova la pastelería y su equipo, que han sido reconocidos con el ‘Wedding Awards 2021’ como una de las pastelerías mejor recomendadas en bodas.net y con quienes estuvimos hablando en exclusiva para MUNDIARIO .
Desde el momento en el que ingresas, te atienden y pruebas cada postre puedes sentir el amor que le tienen a esta rama de la gastronomía. Es un dulce pedacito de cielo en Santander, que debe ser una parada ya establecida para quienes hagan turismo en la zona porque es una forma perfecta de deleitar nuestro paladar.
Sus dueños son Elena y Pablo, quienes han logrado transmitir su pasión por la pastelería a cada uno de los que se animan a pasar por su local ubicado en la calle Castelar 11, 39004 de Santander. Un sitio que fácilmente se puede convertir en tu lugar favorito para ir con amigas, familia, pareja y hasta cuando queremos estar solos: es perfecto para relajarte y solo disfrutar de los dulces.
creatividad y calidad
La creatividad y calidad de sus ingredientes es algo que los caracteriza. Así lo confirmó Elena, quien aseguró que “usan los mejores ingredientes, los de mejor calidad” y eso es parte de lo que sus consumidores suelen destacar. Además, las formas de sus tartas, la decoración y la mezcla de componentes son claves para que desde el momento en que los colocan en la vidriera ya capten la atención de los que están pasando por la zona.
Taza de café con el logo de Pavlova. / @pavlova.es en Instagram.
PAVLOVA, UN NOMBRE LLENO DE INSPIRACIÓN
Anna Pavlova revolucionó y cambió el mundo del ballet por su estilo, fortaleza, constancia y pasión, llegando a convertirse en una de las principales artistas del Ballet Imperial Ruso y de los Ballets Rusos de Serguéi Diáguilev, además de su interpretación en ‘La Muerte del Cisne’. Pero para Elena y Pablo fue algo más: la musa que iluminó su creatividad a la hora de elegir un nombre para su pastelería, que “esconde en su interior decisión, fuerza y coraje, pues disfrutamos de cada creación, de cada producto que desarrollamos y de cada entrega”.
Cupcakes creativos en la vidriera. / Gabriela Bitar.
La pastelería definitivamente puede ser considerada como una de las ramas más complicadas de la gastronomía, pues a nadie le gusta que le sirvan un postre mal hecho, pasado de grasa, o con un sabor que nuestro paladar rechazaría inmediatamente.
Pablo, un experto en la gastronomía, destaca que cada postre también lleva sentimiento, debe ser delicado y en él “cada detalle importa”, es por eso que en cada producción se muestran minuciosos a la hora de elaborar el producto, para así mantener la calidad de la presentación. Así, todo lo que se hace al momento se consume rápidamente, pues la frescura de cada plato, los colores y sabores son totalmente adictivos para quienes aman lo dulce.
El local es totalmente armonioso y combina muy bien con los postres que preparan: desde pasteles hasta una flota de productos enriquecida por una línea de mermeladas que, según sus propietarios, “son las mejores e inigualables". Sus sabores más destacados: sidra, lemon curd, vino de rioja, aceite de oliva arbequina, untable de cheddar y cava.
Pablo, Elena, Gabriela y Pili, la familia de Pavlova./ Pavlova
UN NEGOCIO FAMILIAR
Los miembros del equipo de Pavlova La Pastelería han transmitido a MUNDIARIO la familiaridad que caracteriza a su empresa: es fácil hablar con ellos como si fueses personas que conoces de toda la vida y eso es algo que también siente cada cliente que va a su local o que se animan a hacer sus pedidos a través de las redes sociales. Un ambiente familiar, un negocio en donde el equipo no son solo trabajadores, sino que son “familia”, tal como han descrito sus dueños.
Así, este ‘rinconcito’ dulce que forma parte de Cantabria apuesta por “mantener un buen clima laboral, en donde todos seamos un equipo, seamos como familia y nos podamos ayudar los unos a los otros” y Pablo reconoce que esa es precisamente la clave del éxito. Entre risas y anécdotas, los propietarios han demostrado junto a su equipo que “en la unión está la fuerza”.
Pastelería en tiempo de pandemia
La pandemia hizo que muchas personas tuvieran que cerrar sus negocios por no poder mantenerlos y ha generado cientos de pérdidas monetarias para los inversionistas, grandes cadenas de supermercados y, por supuesto, para aquellos que tienen un negocio pequeño pero productivo hizo que disminuyeran las ventas, tal como pasó en este caso.
Sin embargo, aunque tanto Elena como Pablo aseguraron que no han sido años fáciles desde el inicio de la emergencia sanitaria, han logrado mantenerse en pie y no solo seguir creciendo en su producción, sino también en la adquisición de nuevos clientes que una vez que pudieron salir de sus casas no dudaron ni un segundo en sentarse a disfrutar de los productos que comercializan en Pavlova.
La clave para hacer frente a la crisis: diversificarse. Ahora no solo venden en el local, sino que además hacen también tartas personalizadas por encargo para diferentes festividades y se han convertido en unos especialistas en dulces para bodas, exposiciones o productos que se pueden disfrutar en el domicilio de cada persona.
PARADA OBLIGATORIA EN SANTANDER
Para quienes deciden visitar la ciudad de Santander por turismo, trabajo o un ida y vuelta, un lugar especial para disfrutar es Pavlova La Pastelería, un lugar que hará de tu viaje una experiencia inolvidable y placentera al tomarte una taza de café o probar su taza de chocolate acompañada por algunas de sus galletas, crepes o tartas.
En el fondo, un equipo que trabaja con un solo objetivo: ser “lo más dulce, lo que los niños y adultos miran con ojos brillantes (…) Ser el postre, el último recuerdo de tus invitados”. @mundiario
