Original Unverpackt: el supermercado donde no encontrarás nada envasado
Nace un nuevo concepto de supermercado en Alemania, un establecimiento donde pretenden concienciar a los consumidores de no producir residuos y para lo que proponen utilizar contenedores reutilizables.
Quizá cuando el problema sea insostenible, cuando la acumulación de desechos alcance un tope máximo y empiece a responsabilizarse a alguien más que al propio consumidor, entonces y solo entonces, las grandes empresas tomarán la decisión más importante que pueden tener con respecto al planeta. Hacer llegar sus productos sin tanto empaquetado inútil.
Tener conciencia ecológica debería de ser una imposición dado que la mayoría de las grandes multinacionales pasan del tema. Original Unverpackt es la apuesta de dos chicas alemanas con la firme intención de crear una línea de supermercados completamente comprometida con el medio ambiente, donde no se utiliza packaging.
“Se trata del primer supermercado que no utiliza envases desechables. Ninguno. Proponemos que comprar de esta forma sea una opción más dentro de un centro comercial. Una alternativa real. Queremos remodelar el concepto de hacer la compra” comentan Milena Glimbovski y Sara Wolf creadoras de tan ecológico proyecto.
Además se frena esa compra desmesurada de productos embalados que jamás llegamos a terminar y acabamos tirando a la basura. “Cada producto ha sido cuidadosamente seleccionado y probado por nosotras”, explica Wolf “por lo tanto son buenos, pero queremos que el cliente pueda elegir los que considere de un precio más razonable. Además muchos de los alimentos provienen de la misma región donde se venden, así se economiza su precio y se reduce la necesidad de embalaje en el transporte”.
La idea de Original Unverpackt es básicamente que el cliente se sirva la cantidad que estime oportuna de unos contenedores que les ofrecen cualquier tipo de alimento que necesiten. Y de este modo poder rellenar sus propios envases. Cada uno de los contenedores contará con la información y las características así como la composición del producto comprado al peso. “Y si no tiene recipiente, no hay problema, puede pedirnos prestados contenedores reutilizables o le damos alguna bolsa de papel reciclado”.
Para los que quieran dar un paso más allá de la comida, sus almacenes también contendrán sección droguería, “con una amplia selección de artículos para rellenar”.
“Este proyecto es el principio del fin de la locura de embalaje”, sentencia Wolf contraria al sistema que convierte una compra en una montaña de desechos y basura. “Queremos cambiar eso y solo podemos hacerlo con la ayuda de la gente.
La conciencia ecológica parte de la educación, esperemos que nunca sea demasiado tarde.
