La música no solo se escucha, también entra por los ojos

Cartel de un concierto mítico.
Cartel de un concierto mítico. / Gay Mercader

A lo largo de la historia de la música, muchas portadas de discos y carteles como los diseñados por Gay Mercader, han conseguido convertirse en un ícono de la cultura de masas.

La música no solo se escucha, también entra por los ojos

Disfrutar de la música es uno de los hobbies más populares a nivel mundial. De hecho, hasta lo más pequeños de la casa desarrollan una gran afición por escuchar música e incluso aprender a tocar algún instrumento desde edades muy tempranas.

Igualmente, y a pesar de la gran caída de ventas de CD en los últimos años debido a fenómenos como la preferencia por el formato digital y la piratería, en España seguimos siendo unos enamorados de la música. En 2017 gastamos 231,7 millones de euros en música grabada, lo que supone un incremento del 8,9% frente a los 212,8 millones registrados en 2018, según datos del informe Global Music Report de la Federación Internacional de la Industria Fonográfica.

Asimismo, el dominio del mercado digital sobre el físico es innegable. En 2015 se registró un empate entre ambos formatos. Sin embargo, actualmente el mercado digital acapara en nuestro país el 65,8% del sector. Aunque si hay algo que permanece inalterable en la industria musical desde sus inicios es una buena portada, independientemente de que sea de un single o de un álbum completo.

Cabe destacar que a lo largo de la historia de la música, muchas portadas de discos y carteles como los diseñados por Gay Mercader, han conseguido convertirse en un ícono de la cultura de masas e incluso marcar la esencia de toda una generación. ¿Quién no recuerda a un bebé flotando tras un billete de un dólar en una piscina? Sí, lo has adivinado, se trata de ‘Nevermind’ y esta joya pertenece al grupo Nirvana; buque insignia del movimiento grunge de la década de los noventa.

Es innegable, que tanto como el diseño gráfico como la fotografía artística han desempeñado un papel fundamental a la hora de atraer a un público desconocido a los géneros musicales. Logotipos como la archiconocida lengua de los ‘Rollings Stones’ han llegado a acaparar todo tipo de merchandising: camisetas, tazas, relojes y todo aquel objeto que pueda ser impreso.

Del mismo modo, los avances en el mundo digital han puesto al alcance de estas incipientes bandas musicales páginas webs especializadas en impresión como la de Saxoprint. La clave reside en que ahora los grupos pequeños independientes también pueden encargar carteles personalizados como estos, y así conseguir su propio escaparate para lanzarse al competitivo mundo musical.

Otro de los elementos fundamentales en la vida laboral de los músicos y cantantes, está estrechamente vinculado a una figura: el mánager. Su desempeño fluctúa entre varios ámbitos como la gestión de eventos, finanzas, marketing y temas legales. Los managers de hoy en día lo tienen algo más crudo que los de antaño, ya que muchos de ellos aprendían a marchas forzadas. A día de hoy, se requiere de una gran preparación para acceder desde las bambalinas al mundo de la industria musical. Sin duda, la era de la digitalización y los cambios en la forma de consumir música, han propiciado una competencia sin igual.

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