Dos maneras sencillas de limpiar a profundidad el horno y el microondas

Es de conocimiento común que las fiestas duran mucho después de que se sirve el último pedazo de pastel, pero el verdadero trabajo empieza cuando debemos hacer la limpieza.
Lamentamos agregar una cosa más a tu lista este año, pero además de fregar tus ollas, sartenes y platos, es posible que desees hacer frente a tu microondas y horno, dos electrodomésticos que reciben una paliza durante las fiestas y a menudo no reciben suficiente atención. Hicimos una guía paso a paso inteligente para limpiarlos con productos comunes de la despensa.
Cómo limpiar tu microondas con agua y limón
1. Retira la bandeja de vidrio de tu microondas y colócala en la rejilla superior de tu lavavajillas si tienes una, o lávala a mano con agua jabonosa caliente. Vuelve a colocarla en tu microondas una vez que esté limpio.
2. Para el resto del electrodoméstico, llena un recipiente apto para microondas o una taza medidora Pyrex con agua. Si tienes un poco de limón, agrega algunas rodajas para obtener un poco de frescura adicional. Coloca el recipiente en el centro del microondas.
3. Haz funcionar tu microondas a temperatura alta durante 3-5 minutos, o hasta que veas que comienza a formarse vapor en el interior.
4. Una vez que se acabe el tiempo, permite que el vapor se asiente dentro del microondas durante unos 15 minutos. Esto ayudará a aflojar la suciedad acumulada y también le dará tiempo al recipiente para que se enfríe.
5. Abre tu microondas y humedece cuidadosamente un paño de microfibra con tu mezcla de agua para limpiar el interior.
Cómo limpiar tu horno con bicarbonato de sodio
1. Primero, mezcla tu solución de limpieza: combina media taza de agua con bicarbonato de sodio hasta que comience a formarse una pasta. A partir de ahí, agrega una cucharada de jabón de Castilla a base de vegetales.
2. Retira las parrillas del horno frío y vacío y reserva.
3. Aplica una capa delgada de la pasta al perímetro de tu horno, en cualquier lugar donde veas suciedad acumulada. No aplique sobre los respiraderos, ya que la solución podría filtrarse dentro y causar un desastre.
4. Deja reposar la pasta durante unos minutos. Mientras esperas, limpia las rejillas.Puedes hacerlo en tu bañera o incluso en el fregadero de tu cocina si es lo suficientemente grande. Sumerge una esponja en tu solución de bicarbonato de sodio, dóblala por la mitad y luego pásala por las ranuras del estante. Frota la pasta con un paño de microfibra húmedo.
5. Frota el interior de tu horno con un paño de microfibra húmedo. Limpia todo el horno y asegúrate de que esté completamente libre de cualquier residuo de bicarbonato de sodio.
6. Alternativamente, si tu horno tiene una función de autolimpieza, puedes usarla, pero abre tus ventanas cuando lo hagas y asegúrate de estar en casa todo el tiempo en que la máquina esté funcionando. @mundiario